En el Año de la Lucha contra la Corrupción y la Impunidad, la posición del ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, ante la necesidad de erradicar este mal endémico que afecta a la economía peruana, ha sido frontal.
"Si por combatir a la corrupción va a caer el PBI, bueno, pues mala suerte. Lo principal es combatir la corrupción con una mirada de mediano y largo plazo", afirmó el titular del MEF durante una conferencia con la prensa extranjera; en referencia a los escándalos de corrupción y el impacto que tendría en la economía si la constructora brasileña Odebrecht dejaría de operar en el Perú.
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Reuters recordó que en el 2017 el escándalo de corrupción de Odebrecht -que admitió sobornos en grandes proyectos de infraestructura- frenó varias inversiones y el Producto Bruto Interno (PBI) del país se redujo un 0,6%, según estimaciones oficiales.
No es la primera vez que el ministro se pronuncia acerca de los problemas de corrupción en el país. En varias oportunidades ha referido que esta afecta la eficiencia en el gasto, la seguridad jurídica y dificulta que se aceleren las inversiones; en un contexto en el que el Perú requiere mayor inversión privada y pública para realizar diversos proyectos de infraestructura.
En setiembre del 2018, Oliva abordó la necesidad de que se den las reformas constitucionales políticas y al sistema de justicia para que la actividad económica local pueda mejorar.
"El crecimiento económico es importante, pero no suficiente. Si hacemos las reformas que corresponden, va a haber un impacto tremendo sobre la economía", manifestó el ministro Carlos Oliva en una conferencia de prensa.
En ese momento, asimismo, remarcó la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de la institucionalidad como los ejes centrales de la política de Gobierno.