(Foto: El Comercio)
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Juan  Saldarriaga

No perderá soga ni cabra. Petro-Perú estuvo en el ojo de la tormenta la semana pasada debido a movidas gerenciales y a su inesperada descalificación como futuro operador del lote 192 –el más importante de la selva peruana–, cuando le quedaba aproximadamente año y medio para que tome la posta de Frontera Energy (actual operador del lote).

La inusitada decisión, adoptada por el directorio de Perú-Petro días atrás, parecía complicar la aspiración de la empresa estatal de volver al ‘upstream’ de petróleo después de 25 años de ausencia. Pero dicho temor sería infundado.

Asociación inmediata
En efecto, mientras los defensores del ingreso de Petro-Perú al lote 192 lamentan que no lo podrá hacer por la puerta grande (como operador), la estatal se apresta a entrar por una puerta lateral. Eduardo García Rosell, presidente de Petro-Perú, reveló a Día1 que su representada ha esbozado un acuerdo preliminar con Frontera para ir en consorcio por el lote 192, y que el proceso para ser calificados de forma conjunta se iniciará hoy ante Perú-Petro.

“Yo espero que el tema esté resuelto en agosto […] Una vez firmado el contrato, estaríamos co-operando (con Frontera) al día siguiente, es decir, de inmediato”, detalla el ejecutivo. Eso significa que el ingreso de Petro-Perú al lote 192 se daría mucho antes del 2019 o 2018. Con toda probabilidad, este año.

 “Nuestra expectativa es que sea en el cortísimo plazo. Hoy no le conviene a Frontera ni a Petro-Perú ni al país esperar 18 meses para recién empezar a hacer las inversiones que el lote 192 requiere. Lo que nos interesa es empezar esto ya. Y en eso estamos”, remarca García Rosell.

Esta expectativa es compartida por Francisco García-Calderón, presidente de Perú-Petro. “Si Petro-Perú se asocia con un operador que no es Frontera, deberá esperar un año y medio para ingresar al lote. Si va con Frontera, en cambio, el proceso se hace más rápido porque esta empresa ya opera el lote. Allí, sencillamente, recibiríamos la propuesta de ambos, la evaluaríamos, negociaríamos condiciones y firmaríamos el contrato (a 30 años) para que operen inmediatamente”, explica el ejecutivo.

Crudo para la refinería
Pero, ¿por qué esta premura por ingresar al lote 192? La respuesta a esta pregunta es que el lote 192 es fundamental para la sostenibilidad de la nueva Refinería de Talara, la cual iniciará producción a inicios del 2021.

“El lote 192 es la base para generar mayores volumenes de crudo para el Oleoducto Norperuano y la nueva refinería. No podemos correr el riesgo de que la mayor fuente de petróleo pesado del país termine cerrando en 18 meses más por falta de inversiones, con lo que nos quedaríamos sin soga y sin cabra”, explica García Rosell.

La advertencia es crucial. Y es que pocos advierten que la nueva refinería de Talara procesará 70% de crudo pesado y 30% de crudo livianos.  César Ramírez Lynch, el saliente gerente general de Petro-Perú, explicó días atrás que el suministro de crudo liviano para la refinería ya estaba asegurado, pero que faltaba asegurar la provisión de crudo pesado: cerca de 90 mil barriles diarios.

Una fuente importante de crudo pesado será el lote 192 que, con inversiones adecuadas, puede acrecentar su produccion al 2021. Otras fuentes serían los lotes 8 (Pluspetrol) y 67 (Perenco) y también los lotes de la frontera ecuatoriana.

De faltar crudo, Petro-Perú lo importaría de Colombia o del mismo Ecuador; pero el objetivo fundamental es acrecentar la producción en casa.  “El lote 192 tiene hoy una capacidad limitada de 10.000 barriles diarios de producción, pero Frontera no piensa invertir un dólar más, solo ordeñarlo, debido a su estatus de fuerza mayor. Si Petro-Perú logra involucrarse en la explotación del lote, Frontera hará las inversiones del caso y vamos a asegurar que no se deteriore más”, acota García Rosell.

García-Calderón agrega que Perú-Petro será muy exigente con el operador que acompañará a Petro-Perú en la explotación del lote.
“Demandaremos mucha exploración. Se necesitan perforar diez pozos como mínimo, con inversiones de US$30 millones a US$40 millones, cada uno, que Petro-Perú no está en capacidad de financiar debido a su involucranmiento con la Refinería de Talara y el Oleoducto Norperuano”, refiere.

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