Cuatro meses después de haberse reanudado las obras para su construcción, Transportadora de Gas del Perú (TGP) anunció que la nueva planta compresora –que permitirá ampliar en más de 50% la capacidad de transporte de gas de Camisea a Lima– estará lista en diciembre del 2015.
Según adelantó a El Comercio Ricardo Ferreiro, gerente general de la compañía que opera el gasoducto entre Camisea y Lurín (Lima), su construcción demandará una inversión de US$318 millones, con lo que al cierre del 2015 lo desembolsado por TGP ascendería a cerca de US$1.900 millones.
“Estamos revisando las obras preliminares de seguridad y esperamos poder movilizar al contratista mayor en los próximos dos meses. Si todo anda bien y no tenemos contratiempos, en diciembre del 2015 podríamos estar terminando el proyecto y poniéndolo en marcha, pero es importante que se brinden las condiciones de seguridad para continuar con las obras”, añadió.
Así, se confirma lo señalado por el viceministro de Energía, Edwin Quintanilla, quien semanas atrás aseguró que dicha obra, ubicada en la provincia de La Convención (Cusco), estaría lista en el segundo semestre del 2015.
MÁS GAS A LA VISTA Sobre los beneficios de la nueva planta compresora, Ferreiro explicó que una vez en funcionamiento, el gasoducto permitirá ampliar la capacidad de transporte del gasoducto hasta 850 millones de pies cúbicos al día (mpcd) para el mercado local, muy cerca de los 920 mpcd acordados como parte del compromiso asumido con el Estado Peruano.
Recordó que, de esta manera, la empresa reafirma su compromiso para continuar incrementando la capacidad de transporte, que a la fecha permite atender a cerca del 50% de la generación de energía eléctrica y más del 80% del abastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) que se consume en el Perú.
Ferreiro explicó que solo en el primer caso –según cálculos hechos hasta diciembre del 2012– el consumo de gas natural ha significado un ahorro de US$18.000 millones en la producción de energía eléctrica.