(Foto: Archivo El Comercio)
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Redacción Economía

(Por Paola Villar S. y Nicolás Castillo). El crecimiento del 4% alcanzado por la en el 2018 fue insuficiente para sacar de la a las 375 mil personas que cayeron en esta situación durante el 2017.

Según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), realizada por el INEI, la tasa de pobreza se redujo en 1,2 puntos porcentuales el año pasado, al pasar de 21,7% a 20,5% de la población. Así, 313.000 peruanos dejaron la pobreza.

Sin embargo, el total de pobres en el 2018 fue 6’593.000, superior en 62 mil personas frente al 2016, cuando eran 6’531.000.

Por ámbito geográfico, si bien la tasa de pobreza cayó en el área urbana 0,7 puntos porcentuales y en la rural 2,3 puntos porcentuales, el número de pobres en la zona urbana aumentó en 225 mil personas y en la zona rural cayó en 163 mil personas, según el INEI.

Así, hay 3’562.000 pobres en las zonas urbanas y 3’130.000 pobres en las zonas rurales. Por ejemplo, en Lima y Callao, en el 2018, la pobreza descendió de 13,3% a 13,1%. Pero en el 2017 había aumentado de 11% a 13,3%.

El año pasado, el economista de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Hugo Ñopo había advertido que se debe tener claro que somos un país con más pobres urbanos que rurales para el diseño de políticas públicas, puesto que es más complejo combatir la precariedad de la población en esta área.

“En la zona urbana, en el 2017 hubo una subida de la pobreza en Lima que no se ha logrado revertir. Estadísticamente, no hay evidencia de que se haya reducido”, dijo Carolina Trivelli, investigadora del Instituto de Estudios Peruanos.

A decir de la economista, la reducción de los niveles de pobreza en el 2018 brinda esperanzas sobre que la trayectoria de esta va por buen camino y que el hipo del 2017 obedeció sobre todo a El Niño costero.
No obstante, para Farid Matuk, ex jefe del INEI, las cifras de pobreza están desalineadas con otros indicadores de condiciones de vida como la anemia o la desnutrición.

“El problema que hay con las cifras de la pobreza es que muestran una realidad mucho más optimista de la que realmente ocurre. La más grave es la de pobreza extrema. Por definición, esta se refiere a quienes no tienen el dinero para comprar alimentos. La pobreza extrema es supuestamente 3%, pero la desnutrición y la anemia son mucho más”, sostuvo el economista.

POBREZA EXTREMA
De acuerdo con el INEI, en el 2018, la pobreza extrema afectó al 2,8% de la población, un punto porcentual por debajo del resultado en el 2017 (3,8%). Es decir, en el último año, el número de pobres extremos se redujo en 305 mil personas, lo que equivale al 97% del total de pobres que se disminuyeron en el año.

Para Trivelli, la baja inflación alimentaria habría ayudado en la caída de la pobreza extrema.

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