De cada S/.100 producidos en el Perú, S/.19 fueron informales
De cada S/.100 producidos en el Perú, S/.19 fueron informales
Marcela Saavedra P.

Enquistada en todos los segmentos empresariales, la es la sombra que el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski () aspira a reducir a la mitad antes del 2021. 

Para lograrlo, debe enfrentar los débiles avances de la productividad empresarial y laboral. Esta última cayó en 0,2% a junio de este año, según el Marco Macroeconómico Multianual 2017-2019 Revisado, y representa el 30% de la que tienen en promedio los países de la OCDE, como reveló el segundo volumen del Estudio Multidimensional del Perú.

Además, la productividad es muy heterogénea si se analiza por sectores económicos, regiones o edad de la empresa, precisó el economista Nikita Céspedes durante un conversatorio organizado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

“Incrementar la productividad explica, en gran parte, el éxito de un país en materia económica”, señaló César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la CCL. Con un 99% del universo empresarial integrado por microempresas y pequeñas empresas –de alta incidencia informal–, la respuesta para hacerlas más productivas es integral y va más allá del ámbito tributario, consideró Peñaranda.

“La política actual de bajar el IGV y los costos laborales podría aumentar la demanda [de trabajo formal], pero este aumento no sería suficiente para absorber la mano de obra que se requiere [para eliminar la informalidad]”, sostuvo Mario Tello, PhD en Economía por la Universidad de Toronto, en la cita académica.

Más pesimista fue Luis Alberto Arias, ex jefe de la Sunat, en la misma reunión. “No hay evidencia estadística que demuestre que bajar un punto del IGV favorezca la formalización económica ni laboral”, apuntó. Así, indicó que según datos recientes del Center for Social and Economic Research, la correlación entre la evasión del Impuesto al Valor  Agregado (IVA, similar al IGV) y el porcentaje de la tasa en países de la Unión Europea era casi nula. “En cambio, la correlación es inversa entre el índice de desarrollo humano y la evasión del IVA”, acotó Arias.

En esa línea, añadió que para una mype “es más importante diferir el pago de sus impuestos en 90 días”, en alusión al beneficio que  propone el ‘IGV justo’, iniciativa de la bancada fujimorista aprobada por las comisiones de Economía y Producción del Congreso, pero cuestionada por el MEF por el rango de empresas que abarcaría. 

Para Arias, un verdadero efecto tributario lo daría la facilitación del tránsito al régimen general, cuyo número de contribuyentes se estancó desde el 2012, mientras que los inscritos al Régimen Único Simplificado (RUS) se dispararon desde el 2004.  “También se debe incidir en la percepción y los beneficios  de la formalidad como mejores servicios de salud, educación y seguridad ciudadana”, agregó.

Factor educativo
A la par de lograr la diversificación productiva y mejorar la infraestructura –ambas prioridades  de gobierno– y lograr que los costos reales de las empresas se reduzcan, Peñaranda destacó la necesidad de acelerar la reforma educativa para contar con una mayor mano de obra calificada y elevar la calidad del empleo.

A ello se debería sumar el empoderamiento del sector informal empresarial, a través de paquetes integrales que incrementen su eficiencia productiva. “Hay una nueva clase empresarial que pasó del sector informal al formal. Hay que identificarlos y prepararlos para que incorporen mano de obra”, planteó Tello.  

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