JULIO ESCALANTE ROJAS
En el 2009 el Ministerio de Vivienda dio un decreto supremo que aprobó los valores máximos admisibles (VMA) de las descargas de aguas residuales no domésticas para evitar un mayor daño a la red pública de alcantarillado. Las industrias, en especial, y los comercios tenían cuatro años para implementar un tipo de tratamiento que reduzca la carga contaminante de sus desechos. Por primera vez se establecían sanciones para quienes no cumplían. La norma ya está vigente desde el 5 de setiembre, pero el panorama es una incógnita.
Según los datos que maneja Sedapal, hay 82 mil usuarios no domésticos en Lima, pero no se sabe cuántos se han adecuado a la norma, que establece que cada año se debe fiscalizar al menos al 5% del total.
En los últimos cinco años, Sedapal ha monitoreado a 5.200 empresas y 3.000 de ellas no trataban sus aguas o no cumplían con los parámetros establecidos. Estas serán las primeras en ser fiscalizadas bajo el nuevo estándar. “Tienen que hacer un análisis de costo- beneficio y tener buenas prácticas”, dice Marco Vargas, gerente de Recolección, Tratamiento y Disposición Final de Sedapal.
En el anexo 1 de la norma se establece los VMA de la demanda bioquímica de oxígeno (un indicador de contaminación), los sólidos suspendidos, los aceites y las grasas que pueden ir al desagüe. Dependiendo de cuánto sea su carga contaminante,* la empresa que los incumpla podría pagar hasta 20 veces la tarifa de alcantarillado*, que es S/.1,88 por metro cubico. Es decir 36 soles por cada metro cúbico.
“No queremos tener ingresos por ese tema sino cuidar nuestra infraestructura. Es una tarifa disuasiva”, dice Vargas. Como parte de la difusión de la norma, Sedapal envió a las industrias un recibo simulado advirtiendo cuánto sería el pago adicional en caso de incumplimiento.
En el anexo 2 se incluyen los parámetros de metales como el aluminio, arsénico, plomo, mercurio, entre otros que son complicados de depurar y afectan el ecosistema de mares y ríos. Quienes no cumplan con esos valores serán sancionados con el cierre de la conexión.
MAYORÍA CUMPLE Según un monitoreo de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), el 70% de las empresas está en capacidad de cumplir con ambos anexos de la norma. Rolando Piskulich, presidente del Comité de Usuarios de Agua Industrial de la SNI, dice que las empresas grandes ya tratan sus aguas residuales porque es una exigencia de calidad en sus procesos.
Pero es entre las pequeñas y medianas empresas donde hay problemas. El 30% que no puede cumplir por ahora se divide entre las empresas que piden modificar el VMA de sulfatos señalado en la norma y aquellas que por su tamaño no tienen un espacio para acondicionar una planta de tratamiento.
Aunque también hay empresas que no cuentan con los recursos para instalar los equipos necesarios. El gerente de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Carlos García Jerí, dice que ese es el caso de las empresas pequeñas que se dedican a dar el servicio de lavandería al sector textil.
En cuanto a los sulfatos, el problema surge por la diversa composición del agua en Lima, pues en algunas zonas los niveles de sulfatos son más altos y esto encarece el procedimiento para que el agua residual cumpla la normativa.
Este tema ya se ha tratado con Sedapal y Marco Vargas acepta que el parámetro de sulfatos, responsable de la corrosión de las tuberías de concreto, puede cambiar luego de que se realice un estudio técnico.
Blanca Vidalón, gestora de Pro VMA Sí Perú, una plataforma que reúne a proveedores de equipos y tecnología para el tratamiento de aguas, dice que hay diversas soluciones de acuerdo al tipo de industria. “Es un tema cultural. La gente confunde el drenaje con un basural”, dice.
El ingeniero Jaime Uchuya, de la empresa Hidroambiente, que está instalando para una textilera una planta de tratamiento con tanques sedimentadores, dice que este tipo de proyectos reduce la descarga al desagüe (de 80% a 50% del consumo de agua) generando ahorro para la empresa y volviéndola más eficiente. Es una inversión.
CIFRAS
3.600 incidencias por aguas residuales en redes de Lima hay cada mes. Para el caso doméstico no pasa de 250.
10 o 15 años duran las tuberías en Lima por efecto de la contaminación. Su tiempo debería ser mayor a 30 años.