La nutricionista D’Janira Páucar, integrante del Programa Nacional A Comer Pescado, explicó que, según la norma sanitaria para las actividades pesqueras y acuícolas, en el puesto de venta el pescado fresco debe mantenerse a una temperatura cercana a los 0°C. (Difusión)
La nutricionista D’Janira Páucar, integrante del Programa Nacional A Comer Pescado, explicó que, según la norma sanitaria para las actividades pesqueras y acuícolas, en el puesto de venta el pescado fresco debe mantenerse a una temperatura cercana a los 0°C. (Difusión)
Redacción Economía

(María Rosa Villalobos / Daniel Macera). Es durante la cuando se empiezan a justificar cifras como las 461 mil toneladas de y enlatado consumidas en el 2017 por la población nacional.

Solo en Lambayeque, por ejemplo, se espera el consumo de 1.060 t de pescado fresco y salado por estos días, según declaró el gerente regional de Desarrollo Productivo, Juan Pablo Santamaría, a una radio local.

Y mientras que durante estos días terminales pesqueros como el del Callao estiman que recibirán alrededor de 40 mil compradores con la expectativa de comercializar más de 500 toneladas de pescado, de acuerdo con la Asociación de Restaurantes Marinos y Afines del Perú (Armap) el consumo de los restaurantes de comida marina se duplica en función a un fin de semana normal.

La contraparte de esta devoción por el pescado, no obstante, es que los proveedores de los restaurantes de comida marina aumentan los precios del recurso marino hasta en 50%, lo que termina afectando a los comensales, según Armap.

“Tenemos que optar por reducir nuestros márgenes de ganancias, que pasaron de 30% a 18%. El precio del ceviche ya llegó a su tope y los restaurantes estamos optando por diversificar nuestra oferta con complementos criollos para no perder más dinero”, afirmó el presidente de Armap, Javier Vargas.

En el terminal pesquero de Villa María del Triunfo, donde los comerciantes iniciaron la jornada del Jueves Santo a las 11 de la noche del día anterior con 400 toneladas de pescado, el aumento para algunos productos fue de hasta 30%.

CONTRA LA CORRIENTE

Ignorando el crecimiento intermitente del PBI pesquero de los últimos cinco años, el consumo de pescado de las familias peruanas experimentó una ligera pero sostenida alza durante este lapso: pasó de 12,9 kilos por habitante en el 2013 a 14,5 kilos el año pasado, con picos de 45,9 kg y 34 kg en Loreto y Ucayali, respectivamente, según el Ministerio de la Producción (Produce).

En la misma línea, el total de los gastos del hogar en alimentos en dicho período creció de 6,5% a 7%. A pesar de esta alza sostenida en el consumo, una caída pronunciada que ya lleva cuatro años ha ubicado a los desembarques pesqueros bastante por debajo del punto de equilibrio, según la (SNP).

Solo en el 2017, la pesca para el consumo humano cayó 1,5%, lo que limitó el crecimiento del sector. La menor producción se debió, principalmente, a las caídas en el pescado en conserva (-23,3%), pescado fresco (-7,1%) y pescado seco salado (-24%), según cifras de Cómex-Perú.

ATRAPADO EN LAS REDES

Luego de una caída de 27,9% en el PBI pesquero del 2014, no hubo un resultado anual que permitiese llegar a los niveles productivos de la década pasada. Si en el 2008 la producción fue de S/2.433 millones, el año pasado –incluso con un crecimiento de 4,7%– la cifra fue de S/1.921.

“Las capturas han caído en 40%, al pasar de 7,2 millones de toneladas métricas entre el 2000 y 2008 a 4,1 t entre el 2009 y 2017”, señaló la presidenta del gremio, Elena Conterno.

“Las exportaciones pesqueras de consumo humano se han quedado estancadas en cifras del 2011”, argumenta Alfonso Miranda, presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias.

Sin embargo, la saliente titular del Produce, Lieneke Schol, afirmó hace unas semanas que el sector pesquero crecerá 38% este año, impulsado por mayores desembarques de anchoveta para la producción de harina y aceite de pescado.

“Enero y febrero no fueron meses muy buenos de desembarques, pero a partir de marzo la cosa ha mejorado”, agrega Gustavo Ferreyros, gerente comercial de la pesquera Tasa.

De esta manera, el Perú espera que se sumen factores climatológicos con un impulso de la acuicultura para recuperar ese segundo puesto –perdido hace unos años, según Conterno– como potencia mundial del sector, y se haga así el milagro pesquero.

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