Vivienda
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(Daniel Macera / María Rosa Villalobos). En octubre del año pasado, el entonces titular del (MVCS), Carlos Bruce, adelantó que para mediados del 2018 el Gobierno daría inicio al programa , un sistema de dirigido a parejas menores de 30 años de escasos recursos que cubriría el 30% del de un por un período de cinco años.

La semana pasada, el actual ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Oliva, afirmó que en la próxima reunión del Consejo de Ministros (que se llevará a cabo esta semana) discutirán acerca del proyecto.

Cabe resaltar que a inicios de julio, el titular del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Javier Piqué, señaló que la iniciativa sería presentada de manera oficial una vez finalizado el mes.

(Foto: El Comercio)
(Foto: El Comercio)

No obstante, en abril, el viceministro de Vivienda, Jorge Arévalo, indicó a El Comercio en ese momento que la presentación del proyecto ante el Consejo de Ministros no pasaría de mayo. Posteriormente, el documento sería enviado al Congreso en forma de proyecto de ley.

En cualquier caso, el desarrollo del proyecto, al cual se le destinaría anualmente S/50 millones, según la propuesta inicial de Bruce, parece ser inminente: Piqué aseguró a El Comercio en abril que se le daría continuidad.

“Estamos desarrollándolo todavía y hay una serie de factores que evaluar. El proyecto va a ser financiado por el Tesoro”, afirmó.

No obstante, este mes de julio se supo que la presentación del bono se dará en este periodo y, en esa línea, Piqué resaltó que su sector ultima detalles para quienes accederán al programa Renta Joven. ¿Qué se puede esperar?

EL PANORAMA

En abril, este Diario se comunicó con algunos de los bancos locales para saber si preparaban algún plan para Renta Joven. Sin embargo, todos indicaron que esperarán a la presentación del proyecto de ley para evaluar la propuesta.

Con el programa Renta Joven, el Gobierno busca que jóvenes ahorren para luego adquirir una vivienda. (Foto: USI)
Con el programa Renta Joven, el Gobierno busca que jóvenes ahorren para luego adquirir una vivienda. (Foto: USI)

Algunas de las interrogantes que surgen sobre esta propuesta descansan, en primer lugar, en la elección de jóvenes como beneficiarios por encima de otras poblaciones vulnerables como familias en extrema pobreza, personas de la tercera edad o madres solteras.

A esto se suma la confianza a ciegas que existe en este grupo poblacional para apostar que al cabo de un quinquenio los jóvenes habrán ahorrado casi un tercio de su alquiler para poder pagar la primera cuota de una vivienda.

Bruce, autor del proyecto, explicó a este Diario que aunque no existe garantía de que los jóvenes realmente vayan a ahorrar para una cuota inicial, la probabilidad de que lo hagan es más alta que en los grupos antes mencionados.

“No podemos asegurar [el ahorro], de la misma forma en que no podemos asegurar que un joven que recibe educación gratuita la va a aprovechar y usar de buena manera. Lo fundamental es que el Estado cree una oportunidad”, detalló.

LA BOLA DE CRISTAL

Considerando que el ahorro mensual máximo de los jóvenes sería de aproximadamente S/360 –el costo límite permitido del alquiler, en un principio, se estableció en S/1.200–, el proyecto presume que finalizado el quinto año de subsidio, el beneficiario utilice el dinero ahorrado para pagar la cuota inicial de una vivienda. En el mejor de los casos, este ahorro ascenderá aproximadamente a S/21.600.

El ex viceministro de Vivienda David Ramos considera que el proyecto en realidad está inventando una necesidad anticipada para los jóvenes.

“Se está buscando solucionar el problema [de la vivienda] en el Perú comprando viviendas, cuando el problema pasa por mejorar, antes que nada, la calidad de vida de las personas que justamente no pueden acceder a una”, sostiene.

Con este panorama en construcción, Enzo Defilippi, ex viceministro de Economía, resalta que –de aprobarse el proyecto– lo mínimo indispensable es que el subsidio esté acompañado de todas las formalidades que contempla un crédito. Considera vital, además, que la iniciativa contenga “más candados” para mantener el objetivo real de la norma.

“Lo que se le da al joven es casi un precrédito Mivivienda [...]. Al quinto año, el beneficiario debería tener el dinero suficiente para una cuota inicial. Quizá hasta pueda dársele un año de gracia, pero si no es así, el Estado debería pedirle el dinero de vuelta”, resalta Defilippi.

Por otro lado, destaca que las viviendas que participen de Renta Joven deberían contar con ciertos estándares de calidad, para evitar que se arrienden espacios precarios.

“En principio, las viviendas autoconstruidas deberían ser excluidas, pero habría que realizar evaluaciones. Al poner ciertos parámetros, promueves la formalidad porque si alguien quiere alquilar, tiene que acomodarse a los estándares [dictados por el Gobierno]”, explica Defilippi.

Por su parte, Ramos considera que designar S/50 millones anuales para ver si en cinco años “chicos en edad de trabajar y que no tienen carga familiar quieren comprar una vivienda no aguanta ni una lógica financiera, económica o social”.

Cabe resaltar que el ministro Piqué afirmó que dentro de los factores que se están evaluando actualmente, se está definiendo el mecanismo “para que no se pierda el dinero”.

GASTO Y ALCANCE

Según los cálculos de Defilippi, el programa beneficiaría a alrededor de 11.500 hogares –conformados por al menos dos jóvenes–, una proporción muy pequeña de la población si se toma en cuenta que el déficit habitacional asciende a 1.800 millones de viviendas.

“Si ese fuera el presupuesto para el programa piloto, me parecería bien, pero no me parece serio hacer una política pública para esa cantidad de personas […]. Hay que hacer un análisis costo-beneficio muy fino”, asevera.

Por otro lado, haciendo una equivalencia con los bonos familiares habitacionales del programa Techo Propio del MVCS (dirigidos a grupos familiares de escasos recursos), el presupuesto anual de Renta Joven es equivalente a 1.506 bonos en la modalidad Compra de Vivienda, 2.563 en la modalidad Construcción o 5.238 bonos en la modalidad Mejora de una Vivienda.

PROYECTO SIMILAR YA ESTÁ EN EL CONGRESO

El congresista de Acción Popular Miguel Román presentó en diciembre del año pasado un proyecto similar al ahora desarrollado por el Ministerio de Vivienda.

Esta iniciativa contempla que el subsidio sea del 50% del monto total del alquiler. Este último, a su vez, no podría superar el 25% de la unidad impositiva tributaria (UIT) vigente.

Asimismo, los beneficiarios serían jóvenes de entre 18 y 30 años que integren familias –cónyugue o conviviente, hijo del postulante o algún familiar a cargo– en zonas rurales o urbanas que se encuentren en condición de extrema pobreza.

Al momento de la postulación, además, deberán acreditar que los ingresos del núcleo familiar sean del 30% del monto de la UIT vigente, entre ambos integrantes.

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