(Foto: Archivo)
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Ricardo Guerra Vásquez

La semana pasada, el (Minem) le otorgó luz verde a Corporation para que inicie la construcción del proyecto de cobre Tía María, ubicado cerca del , en la provincia de Islay, en la región Arequipa.

Sin embargo, los residentes en dicha zona han alzado su voz de protesta y, desde el lunes 15, llevan a cabo un paro indefinido, para solicitar la nulidad del permiso otorgado a la minera.



AGRICULTURA

Si bien en la región Arequipa se llevan a cabo labores de , pesca y minería, en la zona del valle se da prioridad a la primera de las actividades mencionadas, según señala el presidente de la Junta de Usuarios de Riego de Tambo, Jesús Cornejo, en diálogo con El Comercio.

De los cinco principales productos que se siembran en la región, cuatro son clave para el Valle de Tambo. Según detalla Cornejo, la cebolla, la papa, el arroz y el ajo se producen en una mayor dimensión. También se siembra trigo, zapallo, páprika, alcachofa y quinua, aunque en menor escala, agregó, sin precisar cifras.

No se tiene un registro cuantitativo oficial de la producción de la zona específica, pero sí del distrito. Según el informe “Arequipa: Compendio Estadístico 2017”, el más reciente con información sobre Islay, en la campaña agrícola 2016 –que comprende desde agosto del 2015 a julio del 2016– se sembraron 5.950 hectáreas de arroz cáscara, 2.955 hectáreas de papa y 2.491 hectáreas de ajo, por mencionar las de mayor registro.

(Foto: Archivo)
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El Valle de Tambo abarca un territorio de 13.000 hectáreas de sembríos, según explica el regante. Por estas fechas, consideradas como temporada de invierno, se enfocan en la siembra de ajo y de papa (de tipo blanca y única). En tanto, en temporada de verano, se concentran en la siembra de arroz, que durante su período de cosecha llega a abarcar hasta 8.000 hectáreas.

Según las estimaciones del presidente de la junta, anualmente se siembra una media de 3.500 hectáreas de papa y otra cantidad similar de ajo. Estos son los principales cultivos.

El espacio restante está destinado a otros productos, como la alfalfa, así como para la ganadería, que se realiza en los distritos de Mejía, Mollendo y Punta de Bombón.

(Elaboración: El Comercio)
(Elaboración: El Comercio)

“Somos la zona de mayor producción de ajo en la región. En un segundo nivel se encuentra la papa, de la que también hacemos envíos, en algunas cantidades, a Bolivia”, indica Cornejo.

Sin embargo, el envío de tubérculos es un caso aislado en el valle. Las no se encuentran entre los planes de sus habitantes. Esta actividad no es considerada como una fuente de ingreso, debido a que no cumple con las expectativas, añade.

Así, la actividad agrícola del Valle de Tambo alcanza –directa e indirectamente– a 50 mil habitantes, entre los distritos de Cocachacra, Punta de Bombón y Deán Valdivia.

POTENCIAL

En términos agrícolas, la productividad del distrito de Islay frente a otras provincias no muestra resultados alentadores. En el 2016, se registró la cosecha de 7,22 toneladas de arroz, uno de sus principales productos, por hectárea de sembrío, cuando en el resto de Arequipa y en la región la media fue de 23,4 y casi 17 toneladas en el mismo espacio, respectivamente. En el ámbito nacional, la media es 7,5 toneladas por hectárea.

(Elaboración: El Comercio)
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Al realizar el mismo cálculo con un producto de regular cosecha, como el tomate, la situación mejora pero no considerablemente frente a la media de la región (45,28 frente a 43,37 toneladas/hectárea).

Desde la perspectiva del economista Pablo Secada, existe un problema generalizado en los valles del Perú y, en este caso, el de Tambo no es la excepción.

Secada menciona que el error se encuentra en que “están sembrando productos que no deben”, cuando deberían centrarse, por ejemplo, en productos orgánicos

(Foto: Archivo)
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“En ese campo se pueden hacer maravillas, pero debido a que las políticas públicas son pobres, no se explota eficientemente”, puntualiza.

•Tía María puede ser un punto de quiebre

Por: Luis Fernando Alegría (Unidad de Análisis Económico de
El Comercio)

Tía María podría ser el hito que ponga fin a una racha negativa para la producción minera, que casi suma dos años de estancamiento y sin visos de poder revertir esta tendencia.

Los US$1.400 millones que demandará su construcción aportarían 0,6 puntos porcentuales al crecimiento.

La mina podría producir unas 120.000 toneladas métricas de cobre, que representan 5% de la producción nacional del metal. Más aun, se generarían 4.150 empleos permanentes de productividad

relativamente alta; es decir, nuevas oportunidades para casi 10% de la población de la provincia de Islay.

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