Las viviendas informales son más caras que las formales, aseguró hoy
Ricardo Arbulú, presidente del Instituto de la Construcción y el Desarrollo (ICD) de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco).
"Esto, porque en vez de construirse en nueve meses y ser hechas con compras de materiales al por mayor, son elaboradas con cemento o ladrillos comprados al por menor en un lapso de diez años", agregó.
Entre el 45% y el 50% de viviendas en la ciudad de Lima son informales, indicó también el ejecutivo.
Esto se debe a que no cuentan con ninguna asistencia técnica de diseño, construcción y supervisión. Aunque no exista una medición exacta, el estimado calculado por Capeco se desprende del análisis del despacho de cemento al por menor de Lima Norte, Lima Sur y Lima Este.
La situación de estas viviendas informales cobra mayor peligro cuando se encuentran en zonas vulnerables como las faldas de los cerros, en los lechos de los ríos o en centros históricos.
"La falta de planificación hace que se pongan materiales donde no se necesitan. La situación de la construcción de viviendas informales responde a una demanda real no especulativa de una clase media emergente que son familias que quieren comprar una vivienda para vivir con familiares", agregó Arbulú.
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