(Foto: El Comercio)
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Luis Fernando Alegría

Las cifras de de los últimos meses respaldan un panorama alentador para el 2018.

Según el BBVA Research, la actividad se aceleraría en los siguientes meses, y el próximo año tendría una expansión de 3,9%.

Para el economista principal de la entidad, Francisco Grippa, lo más resaltante es que las actividades extractivas, como minería y pesca, dejarían de ser el motor de crecimiento, cediendo la posta a la inversión pública.

De hecho, el BBVA Research estimó que, durante el 2018, más de la mitad del crecimiento provendría del gasto del Estado. Así, de la tasa del 3,9% proyectada, la reconstrucción del norte del país aportaría un punto porcentual. La ejecución de grandes proyectos de infraestructura, en tanto, agregaría un punto más y el avance de obras para los Juegos Panamericanos otros 0,3 puntos.

“El aporte de la inversión pública puede ser entre uno y 1,5 puntos sin problemas”, dijo José Carlos Saavedra, economista principal de Apoyo Consultoría.

Según Saavedra, la inversión pública sería, efectivamente, un motor muy importante para el crecimiento del PBI, proyectado por su entidad en 3,5% para el 2018.

El economista indicó que los Juegos Panamericanos, la reconstrucción y la refinería de Talara serían claves para las cifras del próximo año.

“Si se quitan esos tres proyectos, la inversión pública no crecería 20% como esperamos, sino debajo de 5%”, resaltó Saavedra.

Las cifras del BBVA Research estiman que, entre las tres actividades que concentrarán el gasto del Gobierno, se invertirían más de US$4.380 millones, lo que llevaría a la inversión pública a crecer 15%. El riesgo en este punto –observa Grippa– es que el gasto no llegue a ejecutarse.

Sin embargo, para Eduardo Jiménez, economista senior de Macroconsult, se debe considerar dos factores extras. Uno de ellos, precisó, es el efecto estadístico que estaría presente, dado el fuerte retroceso de la inversión pública en la primera parte del 2017.

El otro punto también vinculado a dicha inversión –agregó– es la ejecución de los gobiernos subnacionales, que acelera en su último año de gestión.

Además, todo el empuje fiscal traería consigo buenos vientos para varios sectores productivos en la economía, según espera el BBVA. Grippa sostuvo que la actividad del sector construcción aumentaría alrededor de 7% el próximo año y, con ello, rubros como la industria de mayor valor agregado y los servicios.

ENCADENAMIENTOS
Mientras las proyecciones apuntan a crecimientos de dos dígitos en la inversión pública, el gasto privado exhibe cifras menos alentadoras. El panorama del BBVA, si bien es positivo, revela que la inversión privada crecería 3,5% en el 2018; lo que rompería una racha de cuatro años de caída consecutiva en este indicador.

Las perspectivas de Macroconsult también son optimistas. Jiménez indicó que la inversión privada podría crecer arriba de 4%, y las cifras de Apoyo Consultoría coinciden.

No obstante, todavía existe cierta preocupación en torno al consumo privado, el cual –según Grippa– crecería 2,8% en el 2018.

Para José Carlos Saavedra, pese a la mayor dinámica de la inversión, es poco probable que el consumo privado crezca en la misma magnitud.

Así, el economista explicó que lo primero en activarse cuando se expande la actividad es la inversión privada. Sin embargo, detalló que eso podría demorar entre cinco y seis trimestres en contagiar al consumo y los bolsillos de las familias.

“No creemos que esta recuperación vaya a generar aumentos de salarios. Es una recuperación que no va a venir inmediatamente con mejoras en el consumo”, advirtió Saavedra.

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