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Coreografía de voces - 2

La multitud avanza a ritmo acelerado. Unos van al trabajo, otros a estudiar. Solo unos pocos pasajeros disminuyen el paso y miran de reojo, sorprendidos. Una señora cruza sin inmutarse entre las cuatro bailarinas vestidas con mallas negras que con entusiasmo levantan los brazos y saltan al ritmo de la música. Otra mujer, en cambio, se detiene, saca un celular y comienza a grabar. Algunos más se le unen y forman un improvisado círculo. La función ha comenzado para ellos. El escenario es la estación San Juan de la Línea 1 del metro de Lima. El año es 2015 y el día 29 de abril. La escena, que se puede ver en YouTube, se repetirá esta semana cuando el Ministerio de Cultura, el metro de Lima y el Consejo Nacional de la Danza vuelvan a realizar actividades similares, entre el 26 y el 29 de este mes, con ocasión de los festejos por el Día Internacional de la Danza. Sueltos en el Metro —el nombre de esta iniciativa— es una de las tantas acciones que por estas fechas se llevarán a cabo en diversos puntos de la ciudad para difundir entre un público desacostumbrado como el limeño una disciplina difícil solo en apariencia: un arte escénico que en los últimos tiempos ha cobrado vitalidad a través de la expansión de escuelas, propuestas y proyectos que fusionan lo clásico con lo contemporáneo, lo local con lo cosmopolita. Levantamos el telón. 

— Paso 1. El concepto— 
La primera reunión se desarrolló en el espacioso Museo de Arte Contemporáneo (MAC), en Barranco. En la mesa están Morella Petrozzi, bailarina, coreógrafa y codirectora de la compañía Danza Viva Perú; María Elena Herrera, directora del Centro Cultural Británico, una de las instituciones que más apuesta por la danza en el país —la otra es el Icpna—; y Rosa Valencia, exbailarina del Ballet Nacional y presidenta del Consejo Nacional de Danza. 
    “Cada vez más esta actividad se está abriendo a nuevos lenguajes, por eso concluimos que el mejor nombre que le podíamos dar al festival que realizamos cada año es el de Fusiones Contemporáneas”, inicia el diálogo María Elena Herrera. Ella se refiere a las presentaciones que organiza su institución desde el 2009 durante el mes de agosto, y que cada año convoca a bailarines, coreógrafos y grupos que mezclan propuestas de danza con otras disciplinas como el teatro, el video, la performance o la instalación. “En el 2009 —cuenta— trajimos un grupo de Chile, con música en vivo y mapping (artes visuales), en el cual una muchacha bailaba en el escenario semidesnuda y en puntas de pie. Algunas señoras se escandalizaron, pero les dijimos que no había nada más profesional y tradicional que alguien bailando en puntas de pie y en zapatillas. Y es cierto”, dice entre risas.       
    La pregunta resulta entonces imprescindible: ¿de qué hablamos cuando hablamos de danza contemporánea? ¿Cuánto ha cambiado esta actividad desde que Isadora Duncan y Martha Graham revolucionaron las técnicas a partir de la primera década del siglo XX y exploraron el lenguaje del cuerpo? 
    “Yo soy una bailarina que se inicia en el ballet clásico —responde Morella Petrozzi—. Y justamente por las ganas que tenía de abrir este concepto a la libertad del movimiento es que partí a Estados Unidos para perfeccionarme en las técnicas contemporáneas. Yo soy una purista formada en las técnicas de Hawkins, Cunningham y Limón, que te permiten entrenar el cuerpo para poder bailar bien. Para mí esas técnicas son como un detonante, un punto de partida para una búsqueda de movimiento personal, y eso es lo que trato de transmitir a mis alumnas”, afirma. 
    Y en esa búsqueda la fusión es solo uno de los múltiples caminos a seguir. 
    “Como dice María Elena —interviene Rosa Valencia— en los últimos años se han sumado otras experiencias, chicos que se han atrevido a investigar, a renovar e incluir, por ejemplo, fusiones de ritmos afroperuanos, como Kimba Fa; u otros que tienen que ver con esta cultura del hip hop, que se baila cada vez en la periferia de Lima. Eso es lo interesante de una disciplina que empieza a renovarse y a enriquecerse con nuevas alternativas”.
    Sin embargo, ver una obra de danza contemporánea no es como ir al teatro. En muchos casos no hay una historia o una trama específica sino solo movimiento. “Lo más parecido a describir la danza es un poema o un arco iris —explica Morella—. Tú ves el arco iris en el firmamento y tienes dos opciones: o tratas de analizarlo y entender qué es, o simplemente disfrutas del espectáculo que se te presenta”. 
    “La idea está en conmover —asegura Herrera—. Cuando uno le pregunta a la gente qué entendió, esta tal vez no va a saber qué responder; pero si le preguntamos qué sintió, entonces todo cambia”. Aquí surge la idea de formar y educar un público —una tarea del Estado— desde las escuelas, fomentando la educación artística, por ejemplo, y también se debe involucrar a las diversas instituciones relacionadas con esta disciplina. 

—Paso 2. Formación de público—
Vera Stastny es una reconocida profesora de danza. Nacida en Praga, llegó al Perú en 1963 y lleva casi 50 años en la dirección del Ballet de San Marcos. Es una convencida de que el desarrollo de la danza contemporánea pasa necesariamente por la educación y la formación de un público entendido y sensible. “Si a veces ni los bailarines mismos conocen la historia de la danza, de la música o de la cultura en general, cómo vamos a pedir que el público tenga esta información”, se lamenta. Sin embargo, es optimista: “Me ha sorprendido gratamente el Programa de Formación de Públicos que tiene el Gran Teatro Nacional. El otro día me invitaron y me dio mucho gusto ver la afluencia sobre todo de jóvenes y escolares, y cómo al final del espectáculo ellos hacían muchas preguntas. La danza y las artes escénicas son espectáculos en vivo y un buen público garantiza un espectáculo de calidad. El bailarín y el actor se alimentan del público y viceversa”, dice.
    De vuelta a la cita en el MAC, María Elena Herrera dibuja con la punta de su dedo índice una cancha de fútbol imaginaria: “Imagínate que esto es Lima. De esta línea hacia atrás están todos los jugadores, quienes visten diferentes uniformes; ellos vendrían a ser los bailarines que cultivan las distintas corrientes de danza. Del otro lado, está el público: cuatro gatos. ¿Por qué? Porque no han sido formados. Lo que tratamos de hacer desde el Centro Cultural Británico, a través de Fusiones Contemporáneas, por ejemplo, es convocar a más gente para que se sume tanto al grupo de bailarines como al del público; hacer que la gente le pierda el miedo a este tipo de espectáculos”. 
    “He ido a festivales en todo el mundo —interviene Morella Petrozzi— y puedo asegurar que el público de la danza contemporánea no es masivo y tampoco interesa que lo sea. No tiene nada de malo que sea reducido, pero también creo que hay mucha gente que se está perdiendo el goce que ofrece este tipo de presentaciones simplemente porque no se le ha enseñado a disfrutarlas”.
    Pero ¿por qué es necesario invertir recursos en la promoción de la danza y en la educación de los hábitos de consumo de los jóvenes? Esta vez Rosa Valencia toma la palabra. Explica que actualmente en nuestra sociedad hay mucha violencia, desgano, desilusión, hastío, por lo que se debe apostar por una actividad transformadora: “Debemos aterrizar en políticas públicas, no solo en favor de la danza, sino de todas las artes en general, para que esos millones de niños y adolescentes no solo memoricen datos sino desarrollen sensibilidades, y eso debería preocupar al Estado”. “Es que tenemos que entender que son las artes, las ciencias y las humanidades las que forman al ser humano, no la economía”, completa María Elena, mientras Morella y Rosa asienten con sus tazas de café entre las manos.

— Paso 3. Las perspectivas—
La joven bailarina y profesora Carola Robles, quien actualmente presenta una temporada de microdanza en Barranco (El Baile de las Bocas), indica que la situación es bastante crítica.   “Constantemente andamos [los creadores] luchando por subsistir en un entorno social, político y económico en el que somos invisibles, desechables y poco apreciados”, dice. Por ello critica la gestión municipal de Luis Castañeda que ha desactivado el Festival de Artes Escénicas de Lima. “Es la política del cemento —afirma —. Felizmente, desde el Ministerio de Cultura hay una resistencia para no eliminar del todo los apoyos culturales”. 
    Al respecto, Mauricio Salas Torreblanca, director de los Elencos Nacionales del Ministerio de Cultura, reconoce que se necesitan “reformas desde el Estado y desde el sector que generen condiciones sostenibles en el tiempo”. Destaca el creciente interés entre los más jóvenes “por acercarse a la danza, en diversos géneros y formatos, de una manera diferente, frontal y abierta” y pide “repensar nuevos contenidos para no desperdiciar esta oportunidad”. 
    Una de las claves para lograr esto es la profesionalización de la carrera, algo que felizmente ya está sucediendo en el país. Mirella Carbone, bailarina, coreógrafa y educadora, es una de las gestoras de la escuela de danza de la Universidad Católica, que hoy forma parte de la flamante Facultad de Artes Escénicas. “La danza se está formalizando a todo nivel —explica—. Los alumnos están sacando títulos, están haciendo maestrías y se está incrementando la investigación. Yo estoy segura de que todo esto redundará pronto en mejores espectáculos, pues nos estamos apropiando de nuevas herramientas para comunicar por medio de nuestro lenguaje las problemáticas de nuestra sociedad”. 
    Una muestra es el proyecto escénico Ausentes, espectáculo desarrollado por los alumnos de la facultad —estrenado recientemente en el Icpna de Lima—, en el cual a través de coreografías, monólogos y música en vivo se escenifica el drama de una población que decide levantarse contra un proyecto minero. En este mismo tono de denuncia, el Ballet de San Marcos ha presentado Atrapados, obra en la que se aborda el tema del tráfico de personas, especialmente mujeres, en nuestra sociedad. En este caso, como explica Vera Stastny, “el público quedó sorprendido de que a través de un lenguaje sutil y casi poético como la danza se pueda tratar un tema social tan terrible”. Atrapados será repuesto el próximo 29 de abril en la Plaza Mayor, también como parte de las actividades por el Día Internacional de la Danza. 
    “La danza contemporánea no es una técnica, es más una filosofía y abarca todo lo que significa el cuerpo y el movimiento”, concluye Carbone. Ella está convencida, por eso, de que en algún momento —como sucede ya en otros países— se terminarán integrando todas las danzas en el Perú: el ballet, lo contemporáneo, el folclore y las tradiciones tan arraigadas como, por ejemplo, la danza de tijeras.    
    Esta perspectiva de comunión y de fusión, “de pulsión vital”, como dice Carola Robles, ya se empieza a respirar en Lima. A los grupos de referencia —Danza Viva Perú, Espacio Danza, Terpsícore, Íntegro, D1, por citar algunos—, se ha sumado una movida muy fuerte de gente joven, de agrupaciones de fusión como Ensamble, Kimba Fa, Dactilares Perú, Proyecto Andaluz, o de danza urbana como Betesda Crew, Bravata o Power Move, entre muchas otras propuestas y estilos. 
    Actualmente, el Consejo Nacional de la Danza cuenta con más de 80 asociados. Varios de ellos bailarán en estos días, en ocho estaciones del metro de Lima o en la Plaza Mayor. Ahí tratarán de atrapar, aunque sea por unos minutos, a apurados paseantes que quieran dejarse llevar por un arte que, como dice Lin Hwai-min, el célebre director de la Cloud Gate Company, “solo existe al filo de la inexistencia”. Es decir, ese movimiento que solo dura el instante mismo en que se produce, como la vida misma.

El baile de todos

Jean-Georges Noverre fue un bailarín y maestro francés que durante el siglo XVIII y principios del XIX revolucionó los cánones del ballet tradicional y creó lo que hoy conocemos como el ballet moderno. Fue en su honor que en 1982, por iniciativa del Comité Internacional de Danza, la Unesco estableció el 29 de abril como fecha para celebrar la pasión por la danza. Desde entonces, miles de bailarines alrededor del mundo se entregan este día al movimiento. 
    Nuestra ciudad no es la excepción. Durante todo abril la danza ocupa un lugar central en la agenda cultural. En las primeras semanas han destacado el ciclo Celebrando el Movimiento, en el Icpna de Miraflores; y el seminario “Ciudadanía e interculturalidad a través de la danza” ( 18 a 21 de abril). A continuación algunas de las actividades próximas: 

  •  La temporada de Microdanza por Sexo: El Baile de las Bocas, de Carola Robles; y Devórame Otra Vez, de Mila Esquivel. Microteatro, jirón Batallón Ayacucho 271, Barranco. Entradas en boletería.
  •  Don Quijote. Organiza el Ballet Municipal. Viernes, sábados y domingos, hasta el 30 de abril. Entradas en Teleticket.
  •  Flamenco Hoy, espectáculo internacional del cineasta Carlos Saura. Centro de Convenciones María Angola. 24 de abril a las 20:00. Entradas en Teleticket. 
  •  Ceremonia de Reconocimiento a Personalidades Meritorias de Cultura-Danza 2016. Auditorio Los Incas del Ministerio de Cultura. Organiza el Ministerio de Cultura. 29 de abril. 
  • Sueltos en Plaza. Organizan la Municipalidad de Lima Metropolitana, el Consejo Nacional de la Danza y el Ministerio de Cultura, en el pasaje Santa Rosa, en la Plaza Mayor de Lima. 29 de abril, desde las 17:00. 
  •  Sueltos en el Metro. Organizan la Línea 1 del metro de Lima, el Consejo Nacional de Danza y el Ministerio de Cultura. En ocho estaciones de la Línea 1. Números de cinco minutos de duración que se repetirán a lo largo de una hora. Días 26, 27, 28 y 29 de abril. 
  •  Celebración por el Día Internacional de la Danza. Organiza la Municipalidad de Comas. Centro Cívico Municipal (av. 22 de Agosto s/n, altura del kilómetro 11 de la av. Túpac Amaru). Más información: https://goo.gl/Rcl55I
  •  Este año, entre junio y julio, se desarrollará en el Icpna la XXVIII edición de Danza Nueva, con la presentación de la prestigiosa compañía danesa Granhoj Dans, entre otros grupos locales e internacionales. Y entre el 5 y el 29 de agosto se realizará el VIII Festival Fusiones Contemporáneas en el Centro Cultural Británico. El plato fuerte será la presentación del Ballet Contemporáneo de Burgos (España) con Macbeth, obra que será presentada como parte de la programación especial por los 400 años de la muerte de William Shakespeare. 

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