De la editora central: Cien años de Paz
De la editora central: Cien años de Paz
Redacción EC

MARTHA MEIER MIRÓ QUESADA

En 1990 el notable poeta, ensayista y pensador Octavio Paz se convirtió en el primer mexicano en recibir el Premio Nobel de Literatura: “Por su escritura apasionada y de amplios horizontes, caracterizada por la inteligencia sensorial y la integridad humanística”. En su agradecimiento sorprendió a todos con un discurso de corte ecologista, profundamente lúcido, desde su perfecta comprensión de la modernidad y desde esa humildad y sensibilidad con la que siempre se expresó de la naturaleza en su vasta obra.


Basta recordar algunos de sus versos para notar la atención y amor que le prestó al entorno natural que lo rodeaba: la higuera y sus consejas; el sol entre los follajes y el viento en todas partes; la tinta verde crea jardines, selvas, prados, follajes donde cantan las letras. Hace cien años nació este lúcido pensador que apostó por la modernidad en todos los ámbitos, este mexicano que bebió de la cultura universal y supo sintetizarla en la más hermosa poesía del siglo XX, evocadora del amor, de los mitos y de los sueños con esas palabras que solo él supo descubrir creciendo en los árboles.


En aquella noche del Nobel, se preguntó si había llegado el tiempo del “derrumbe de las ideologías”, si amanecía “una era de concordia universal y de libertad para todos o regresarán las idolatrías tribales y los fanatismos religiosos, con su caudal de discordias y tiranías; y si las poderosas democracias que han conquistado la abundancia en la libertad ¿serán menos egoístas y más comprensivas con las naciones desposeídas? […] ¿Alcanzaremos al fin la verdadera modernidad, que no es únicamente democracia política, prosperidad económica y justicia social, sino reconciliación con nuestra tradición y con nosotros mismos?”. 
El discurso de Octavio Paz legó frases que día a día cobran mayor vigencia.


Hoy El Dominical rinde homenaje al hombre que siempre nos recordó la necesidad de la fraternidad, “una palabra que pertenece por igual a la tradición liberal y a la socialista; a la científica y a la religiosa”. 

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