Imagen referencial. Zona de recojo de equipaje de la Terminal 2 del aeropuerto internacional Charles de Gaulle en Roissy, cerca de París, el 14 de mayo de 2020. (Ian LANGSDON / EPA POOL / AFP).
Imagen referencial. Zona de recojo de equipaje de la Terminal 2 del aeropuerto internacional Charles de Gaulle en Roissy, cerca de París, el 14 de mayo de 2020. (Ian LANGSDON / EPA POOL / AFP).
/ IAN LANGSDON
Belén Tavares

Ni los ataques terroristas del 11S ( 2001 ), ni el brote del SRAS o síndrome respiratorio agudo severo ( 2003 ) ni la crisis económica mundial ( 2008-2009 ) golpearon al sector como lo ha hecho esta pandemia ( 2020 ). Zurab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), lo ha dicho así: “El coronavirus ha afectado a los viajes y al turismo como ningún otro evento en la historia”.

La OMT estima que este año los vuelos internacionales caerán hasta un 80 %. Esto significará una pérdida entre USD 910.000 millones y USD 1.2 billones. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), por su parte, calcula una disminución de 65 % en el turismo receptivo y 42 % en el interno, lo que generará un impacto negativo de USD 5.615 millones.

A pesar de las cifras desalentadoras, la industria empezaría a recuperarse en el segundo semestre del 2020. A nivel global, se habrá levantado la cuarentena (parcial o total), flexibilizado ciertas restricciones de viaje y abierto las fronteras de manera gradual. La OMT ha propuesto tres posibles fechas para esto último: principios de julio, de setiembre o de diciembre. El plan de reactivación económica del Perú contempla el inicio de operaciones del transporte interprovincial y aéreo nacional para fines de junio (fase 2) y el del transporte internacional aéreo a finales de julio (fase 3). Sin embargo, los plazos podrían postergarse. “Dependerá del avance de la pandemia en el mundo, en nuestro país y en cada región”, afirma Guillermo Cortés, viceministro de Turismo.

Entre tanta incertidumbre, existen varios supuestos. El turismo interno se restablecerá antes que el internacional, y los primeros signos de mejora aparecerán en el último trimestre del año. Además, quienes viajen lo harán por motivos personales u ocio más que por negocios. “Los peruanos preferirán las rutas cortas, destinos de provincia, sobre todo los espacios abiertos o áreas naturales. A partir de ahora, priorizarán la seguridad al considerar un viaje. Por eso, cambiaremos el esquema de visita para evitar aglomeraciones y mantener el distanciamiento social. Hace poco promulgamos el protocolo sanitario para hoteles y estamos trabajando el de los guías y destinos. La idea es implementar rápidamente las modificaciones porque la seguridad será un factor determinante para los potenciales turistas”, explica Cortés.


—Lo que se viene—

El viceministro de Turismo describe este momento como un proceso de reconversión. Las empresas del rubro necesitan un nuevo modelo de operación, así como repensar el negocio para que sea económicamente sostenible y asegure la salud pública. Ahora bien, ¿qué implica esto para los usuarios?

Según el protocolo diseñado para los hoteles, los huéspedes solo podrán quitarse la mascarilla al comer (los restaurantes tendrán horarios y aforo restringido). Además, están obligados a informar si presentan algún síntoma de coronavirus dentro de los 15 días posteriores a su salida. En las habitaciones, por otro lado, se reducirá la cantidad de adornos, se evitará el uso de alfombras decorativas y se retirará la papelería. El objetivo es facilitar la desinfección y prevenir la permanencia del virus. Entre muchas otras medidas, debe acondicionarse una zona de lavado de manos (de ser posible, en la recepción) y colocar señalizaciones en el piso, delante del mostrador, que respeten la separación de dos metros.

“La Organización de Aviación Civil Internacional y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo han elaborado unos lineamientos que se siguen ajustando. Es ideal publicar una norma y que esté homologada”, señala el representante del Mincetur. Hasta que eso suceda, el protocolo adoptado por diversas aerolíneas echa luces sobre la nueva dinámica. ¿Ejemplos? Los asientos son asignados —así se garantiza el distanciamiento social—; la comida llega en una bolsa sellada; para evitar superficies de potencial contagio, no se ofrece material de lectura, mantas, almohadas ni se permite el equipaje de mano (salvo un bolso o maletín).Asimismo, los pasajeros deberán cubrirse manos, nariz y boca. Antes de abordar, se les toma la temperatura (no se descarta la futura exigencia de un certificado de salud). Los trámites referentes al vuelo (check in, facturación de equipaje, etc.) deben realizarse en las plataformas virtuales.

Finalmente, se ha reforzado la limpieza de los aviones, cuyos filtros de aire eliminan el 99,7 % de virus y bacterias. La década pasada, el turismo creció de forma ininterrumpida. Se dice que, tras recuperarse de crisis anteriores, tuvo un efecto multiplicador en la reactivación de otros sectores. Por eso, y por las maravillosas experiencias que nos regala, esperamos con prudencia su regreso.

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