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Pachayoung: buscando una voz propia - 4
Alessandra Miyagi

Pachacútec es una inmensidad de arena suelta y neblina compacta que se extiende frente al mar por más de 500 hectáreas al norte del distrito de Ventanilla, ubicado en la Provincia Constitucional del Callao. Tiene tan solo 17 años de creación, pero sobre su suelo desértico se han fundado alrededor de 140 asentamientos humanos, compuestos por más de 200 mil pobladores, de los cuales, según datos del INEI, el 40,3% —es decir, unas 80.600 personas— tiene entre 0 y 15 años. Pese a ser un área densamente habitada, Pachacútec aún carece de servicios básicos completos, como agua y desagüe, por lo que está catalogada como una zona de extrema pobreza, que además se encuentra afectada por una altísima tasa de delincuencia, derivada especialmente de la venta y el consumo de drogas y de la presencia de pandillas juveniles.

En este contexto, donde la delincuencia es ejercida en buena parte por jóvenes, y donde son ellos, precisamente, quienes representan un bloque significativo y vulnerable de la población, es de suma importancia implementar programas de asistencia y desarrollo social orientados a los niños y adolescentes. D1, World Vision, Kusi Warma, Mi Perú, Tierra de Niños, ProDiálogo, Wawa Wasi, Coprodeli son algunas de las organizaciones, tanto privadas como públicas, que han apostado por cambiar no solo las cifras que muestran las estadísticas, sino tantas vidas de entre esas 80.600 como sea posible.

“El arte y la cultura son poderosas herramientas de transformación social. A través de ellas se generan y desarrollan valores y habilidades blandas, como la tolerancia, la creatividad, la perseverancia, el trabajo en equipo, etc. Esto es justamente lo que hace Pachayoung: no nos dedicamos necesariamente a formar actores, pintores o escritores, sino que lo que nos interesa es vincular a los chicos con experiencias artísticas que les brinden este tipo de desarrollo social. Con la impro, por ejemplo, los muchachos que al principio eran muy tímidos lograron expresarse libremente, aprendieron a escuchar y valorar las opiniones de los demás, aumentaron su nivel de empatía; porque la impro no se trata de lucirte, sino de valerte de la persona que tienes al lado para juntos construir una historia. Y trasladar estos valores y habilidades a la vida cotidiana es muy importante”, nos cuenta Miguel Ángel Farfán, periodista y director de Pachayoung, una organización privada sin fines de lucro asentada en Pachacútec, que desde el 2013 ofrece talleres de artes escénicas, plásticas y literarias dirigidos a los niños y jóvenes de la localidad.

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Nayeli Castillo, Zunduri Ccahuana, David Chávez, José María Chávez, Maricielo Cieza, Camila Fernández, Kervi Mestanza, Piero Montoya, Antonella y Paloma Tapia, Ariana Uturunco y Harold Reátegui viven en Pachacútec, tienen entre 13 y 18 años y conforman el elenco teatral de Pachayoung, que desde hace tres años es dirigido por Ximena Arroyo, actriz y directora de la Asociación de Artistas Aficionados (AAA); y por Percy Velarde, profesor y director de artes escénicas. Desde entonces, los chicos no solo han aprendido técnicas de actuación y han encarnado un sinfín de personajes en diferentes montajes realizados en el Festival de Teatro en Calles Abiertas y en la AAA, sino que dieron un paso más allá y se atrevieron a experimentar con la escritura dramática. El resultado, seis piezas breves —de entre 10 y 15 minutos de duración— de creación colectiva e interpretadas por ellos mismos, se presentará desde hoy en el teatro de la AAA; la taquilla se utilizará para seguir financiando los proyectos sociales de Pachayoung.

“Decidimos implementar un proyecto donde los chicos mismos crearan e interpretaran las historias que a ellos les interesa compartir. Para eso contamos con el apoyo de Carlos Portugal, uno de los ganadores de Sala de Parto 2016, con quien diseñamos el programa de dramaturgia y quien los asesoró en el proceso de escritura. Luego le presentamos el resultado preliminar a Mariana de Althaus —quien nos viene apoyando desde hace tiempo—, y sobre la base de sus comentarios y sugerencias, se hicieron los cambios correspondientes en los libretos. Así, en diciembre del año pasado quedaron seis de las ocho obras inicialmente planteadas, no necesariamente porque fueran mejores, sino porque se ajustaban mejor al formato que queríamos presentar”, nos dice Farfán.

El amor, el desamor, el olvido, los secretos, la venganza y hasta el incesto son abordados desde una perspectiva íntima por este grupo de entusiastas adolescentes que han encontrado en las tablas un espacio catártico para la expresión creativa y sincera de sus emociones, ideas y preocupaciones sociales. “El teatro no solo consiste en ensayar y presentar una obra. Hay cosas mucho más fuertes y profundas que nos motivan. En mi caso, siento que esta disciplina me ha liberado; gracias al teatro puedo expresar mis sentimientos sin temor, ya no tengo que esconderlos”, cuenta Piero Montoya, miembro del elenco de Jóvenes a la obra.

Más información

Jóvenes a la obra: serie teatral creada por jóvenes
Dirige: Ximena Arroyo
Funciones: 17, 18, 19, 24, 25 y 26 de marzo, a las 20:00
Lugar: Teatro de la AAA (jr. Ica 323, Lima)
Precio: S/ 25,00

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