La revista Amauta es el reflejo de una época y del contacto fluido entre Mariátegui y diversos intelectuales.
La revista Amauta es el reflejo de una época y del contacto fluido entre Mariátegui y diversos intelectuales.
Diana Gonzales Obando

Tras un delicado trabajo de digitalización que empezó cuatro años atrás, el archivo del amauta José Carlos Mariátegui (1894-1930) se encuentra actualmente resguardado en una dirección web. Sumado a su correspondencia y su archivo personal, ahora se podrá encontrar en la página mariategui.org documentación inédita relacionada a la administración de la imprenta y editorial Minerva y la Sociedad Editora Amauta.

En una época sin internet ni redes sociales, el papel era un soporte efectivo por excelencia. “Muchas veces esos documentos pasan desapercibidos o se botan, la gente no los valora. A nosotros nos ayuda a tener clara evidencia de cómo manejaba Mariátegui su red de contactos”, comenta José Carlos Mariátegui Ezeta, nieto y guardián del archivo. “Además nos dimos cuenta de que era muy disciplinado para poder lograr ese trabajo tan sistemático en tan poco tiempo”, explica. Con un 25 % de las cartas digitalizadas (no tienen la totalidad), se puede reconocer la dinámica de trabajo de Mariátegui y cómo dirigía la revista Amauta.

Para Mariátegui Ezeta la importancia de sistematizar el material digitalizado facilita el acceso a nuevas formas de analizar los datos: “Por ejemplo, al ingresar una carta puedes indexar los nombres que aparecen en la carta, reconocer quién la envía y de qué ciudad proviene”. Ahora se podrán rastrear los nombres de las personas que aparecen en cada documento, descubriendo caminos infinitos de data valiosa: curiosos retratos, piezas de arte, postales, la partida de nacimiento de Mariátegui, documentos médicos, agendas, información contable, y mucho más. Todo es de libre acceso y está listo para ser descargado en una buena resolución.

También se evidencian los vínculos entre Mariátegui e intelectuales de diversos lugares del mundo y rincones del interior del país. “Nos dimos cuenta de que esta red que Mariátegui articuló estaba también en los documentos administrativos, lo cual evidenciaba que esas personas que le servían de distribuidores de Amauta eran a su vez personas que le proveían de artículos o de información tanto en el Perú como en el extranjero. De esta manera se logró analizar una red”, dice Mariátegui Ezeta. Una red tan sólida y efectiva que dio origen a la exposición Redes de vanguardia. Amauta y América Latina, 1926-1930, comisariado por Beverly Adams y Natalia Majluf, la cual se inaugurará en el Museo Reina Sofía el 20 de febrero: “El hecho de llevar Amauta al Reina Sofía evidencia que era una generación que estaba bien conectada entre ellos sin internet, no lo necesitaban”, complementa Mariátegui.

José Carlos Mariátegui. (Foto: Wikicommons)
José Carlos Mariátegui. (Foto: Wikicommons)

—Historia en un software—
¿Cómo se realizó el trabajo para articular todo este flujo de información y que los objetos digitales estuviesen conectados? Usaron metodologías con estándares internacionales de archivística y trabajaron con centros de documentación como CeDInCI. Según Ana Torres, coordinadora del Archivo José Carlos Mariátegui, resulta asombroso sumergirse en el archivo por toda la información novedosa que este puede arrojar: “Te enteras de que Mariátegui tenía amistades que jamás conoció en persona, como el puneño Gamaliel Churata. Más allá de escribirse bastante es sorprendente la intensidad del vínculo”.

Pero esto no es todo. Torres habla también sobre la creación de la plataforma Desmontando Amauta, una herramienta que puede ser valiosa para los investigadores porque contiene datos cuantitativos de los 32 números de la revista Amauta, publicados entre los años 1926 y 1930, atravesados por categorías como género, país, año de publicación, etc.

Solo para hacer un ejercicio, con un clic se puede saber que, en el número 2 de la revista Amauta de octubre de 1926, se publicó el poema Aguja de Magda Portal en la página 20 y que fue ilustrado por Manuel Domingo Pantigoso. Este software genera data sorprendente, una gran noticia para los investigadores y para todo aquel interesado en conocer más a Mariátegui y a las personas que pasaron por su vida.

Mas información:
La emblemática Casa de la Literatura Peruana también navegó en el tesoro de Mariátegui para la muestra de 2017 en sus instalaciones. Al respecto, Diana Amaya del Área de Investigación y Curaduría de la Casa de la Literatura Peruana, nos comentó:

“En 2017, la Casa de la Literatura Peruana inauguró la exposición Un espíritu en movimiento. Redes culturales de la revista Amauta, dedicada a los vínculos personales y colectivos, sociales, estéticos y culturales que pusieron en diálogo a múltiples actores culturales en torno a la revista Amauta. La exposición partió de la correspondencia y archivo personal de José Carlos Mariátegui, conservado, sistematizado y digitalizado en el Archivo del mismo nombre. Maestros, poetas, artistas plásticos, obreros y estudiantes, identificados por el Archivo, fueron puestos en diálogo a través de sus huellas: correspondencias, propuestas para la revista, comunicados, coordinaciones, colaboraciones artísticas, entre otras. De este modo, el archivo sistematizado motivó la reflexión sobre una red que influyó en la historia cultura del país, e hizo posible conectar las inquietudes de las lectoras y lectores contemporáneos con los afectos y preocupaciones que motivaron a esta red cultural”.

Para ver:
Conoce el archivo en el siguiente enlace

http://www.mariategui.org

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