Hace cien años, murió uno de los profesionales más influyentes de la arquitectura moderna, el austriaco Otto Wagner, quien fue uno de los responsables del esplendor urbanístico de Viena y de sus estaciones de metro a fines del siglo XIX. Su estilo fue evolucionando desde el historicismo hacia tendencias decorativas y vanguardistas como el revolucionario uso —para la época— del acero y el vidrio. Wagner falleció en Viena el 11 de abril de 1918.
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