Las personas de posición social más alta tienden a tener un exceso de confianza en sus habilidades.
Las personas de posición social más alta tienden a tener un exceso de confianza en sus habilidades.


Por Juan Luis Nugent

DEMASIADO EGO
Es probable que a todos nos haya pasado en algún momento. Enterarnos de que ese trabajo al que postulábamos o ese ascenso que esperábamos se lo dieron a alguien menos calificado es un trago amargo. En algunos casos es la ‘vara’ con la que cuenta el beneficiado, pero en otros pareciera como si, además de los privilegios con los que llegan, estos individuos lograran a convencer al resto del mundo de que poseen capacidades y habilidades que no tienen realmente. Y aunque la envidia también existe, un grupo de investigadores decidió echar una mirada más a fondo a este fenómeno y entender si acaso existe relación entre el privilegio social y este exceso de confianza en el mundo laboral. Y sí la hay.

Analizando los resultados de cuatro experimentos realizados en cuatro latitudes muy distintas —según informa el New York Times—, el equipo encabezado por Peter Belmi, del departamento de Liderazgo y Comportamiento Organizacional de la Escuela de Negocios de la Universidad de Virginia, encontró que las personas de posición social más alta tienden a tener un exceso de confianza en sus habilidades que puede enmascarar limitaciones y taras diversas.
El análisis, publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, señala que los cuatro experimentos (con una muestra colectiva de más de 1.500 individuos) aportan evidencia de que, si bien es probable que alguien que proviene de un estrato socioeconómico más alto tenga una mejor preparación, en realidad el hallazgo más frecuente es que estas personas tienden a sobrevaluar esa ventaja. Y no solo ellos tienen esa impresión, también jefes y empleadores perciben estos rasgos como señal de competencia. Si bien es deseable cultivar una autoestima saludable y reconocer las fortalezas profesionales e intelectuales, también está probado que querer no siempre es poder a la hora de los resultados. La primera impresión no es la que cuenta.

CARRERAS CON VUELO
Algunos debates se añejan demasiado pronto. Tal vez para cuando terminemos de discutir si los scooters son buenos o malos para las calles, tendremos encima de nuestras cabezas taxis que vuelan. Lilium es el nombre de una start-up alemana que ha anunciado que en poco más de cinco años pondrá en funcionamiento su exclusivo servicio de taxi aéreo con naves capaces de trasladar a cinco personas a distancias de hasta 300 kilómetros. La propia empresa señala que aspira a que todo el mundo pueda volar adonde quiera y cuando quiera. Como señalan artículos en The Guardian y Gizmodo, Boeing, Airbus, Uber y la china Ehang ya están trabajando en sus propias aeronaves eléctricas de poca capacidad. Modelos que pueden despegar y aterrizar de manera vertical haciendo menos bulla que un helicóptero. Se dice que en Estados Unidos o Gran Bretaña podrían tener tarifas equiparables a las de un taxi convencional, por lo que se aconseja pagar con sencillo.

¡ASU MARE!
Se le llama la ‘hipótesis de la abuela’ a una plausible explicación evolutiva para entender el sentido biológico de la menopausia en nuestra especie. Esta señala que, a partir de cierto momento de la vida, la probabilidad de que los genes se perpetúen es más alta si se reproducen en la siguiente generación. Pero un estudio sobre el comportamiento reproductivo de los bonobos, publicado recientemente en la revista académica Current Biology, revela asombrosas coincidencias entre estos y la mencionada hipótesis.
Según reporta The Washington Post, citando al estudio, los machos se reproducen hasta tres veces más cuando tienen a su madre cerca. ¿Por qué? Pues porque esta coopera activamente para que otros machos no intervengan en el cortejo o apareamiento de su cría. Incluso se han registrado ataques conjuntos entre la madre y su vástago hacia otros machos en competencia. Con ayuda, cualquiera.

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