Hace 35 años, un 8 de marzo de 1983, se apagó la voz de una de las cantautoras más emblemáticas de nuestra música: Chabuca Granda. Con sus composiciones —que estaban a medio camino entre la poesía y el sentir popular—, Chabuca construyó no solo una identidad dentro del género, sino también de lo limeño como expresión de lo criollo. Temas como “La flor de la canela”, “José Antonio” o “Fina estampa” se convirtieron en himnos de una ciudad señorial que vivía entre la añoranza y la nostalgia. Otro de sus grandes aportes fue su rescate de la música afroperuana. El año pasado su obra fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
Contenido sugerido
Contenido GEC