Patricia Romero  [Foto: Hugo Peréz]
Patricia Romero [Foto: Hugo Peréz]
Dante Trujillo


​Hay gente que parece predestinada: aunque sus padres se separaron siendo ella muy pequeña, Patricia Romero creció viendo a Hernán Romero y a Martha Figueroa actuar en el teatro, el cine, la televisión, y su arte y su entorno le resultaron siempre cercanos. Así que, aunque estudió Periodismo (“soy una bausatina orgullosa”, dice), vive de y para el teatro, donde ha hecho de todo. Por el momento prefiere alejarse de la actuación, pero continúa escribiendo y dirigiendo, tanto para niños, que le encanta; como para adultos: hace un par de años su Katrina Kunetsova y el clítoris gigante resultó un éxito de público y crítica.

Romero también ha escrito Recuerdos con el señor Cárdenas, una de las piezas ganadoras del sexto concurso de dramaturgia auspiciado por el Británico. Se trata de una historia conmovedora y dolorosa por igual, basada en su propia experiencia, y que se estrena este 12 de octubre en el teatro del Centro Cultural de la Universidad de Lima. Protagonizada por Alberto Herrera Jefferson, también actúa su madre, la gran Martha Figueroa, con quien le ha tocado trabajar por primera vez.

¿Cuál es el germen de Recuerdos con el señor Cárdenas?
La motivación principal fue mi abuelo. Era un tipo muy gracioso, peculiar, divertido. Siempre quise escribir una historia sobre él. Y el contexto de nuestra relación fue muy especial…

A través de sus recuerdos, Laura revivirá la maravillosa relación con su abuelo ya muerto, el señor Cárdenas, [Foto: Difusión]
A través de sus recuerdos, Laura revivirá la maravillosa relación con su abuelo ya muerto, el señor Cárdenas, [Foto: Difusión]

¿Te refieres a la Lima de fines de los ochenta y principios de los noventa?
Sí. Yo quería compartir su historia, nuestra historia. Por supuesto que tuve que añadirle elementos de ficción, pero nace de un cariño real y de los personajes reales que éramos nosotros, y de ciertas cosas que nos pasaron. Por ejemplo, como en la obra, un tío abuelo mío y su hija murieron en el atentado de Tarata, y eso de alguna manera desencadenó el propio final de mi abuelo, que se deprimió muchísimo. Él, que era divertidísimo, un encanto, gracioso, lisuriento, cochino, engreidor… una persona muy bonita, cuando su hermano murió, se fue al diablo. Se le taparon las arterias, le cortaron una pierna, y finalmente murió. Entonces también se trata de cómo la violencia nos tocó a los “pitucos miraflorinos”. Miedo, muertes, bombas, apagones, lunas rotas, toque de queda… Fue duro, evidentemente no como lo vivió la gente que sufrió más, pero claro que nos golpeó.

La obra expone a una familia entrañable, pero también de espaldas a la pobreza y a la crisis social, incluso dentro de su propia casa. Como una pequeña representación de la clase media.
Creo que las generaciones anteriores no sabían, sobre todo las clases medias y altas. No todos, pero la mayoría no estaban atentas ni enteradas de lo que ocurría, ni les importaba. Mi abuelo era un gran tipo, pero no le interesaba nada de eso, y era racista y a la vez no tenía ninguna intención de dañar, y sin embargo seguramente dañó. Creo que hay que hacer el esfuerzo de entender a todos, porque cada uno actúa de acuerdo al contexto en el que está. Hay que tratar de comprender, de ser compasivo y no juzgar con odio al otro. Es lo único que nos va a hacer cambiar como sociedad.

¿Las cosas han cambiado?
Me temo que en muchos sectores no… Para hablar de algo doméstico que se toca, probablemente la empleada doméstica siga viviendo como una ciudadana de segunda, comiendo otra comida, sin agua caliente…. ¿Las condiciones no propiciarán que la historia se repita? Por eso también es bueno que la obra se ponga en una universidad. De lo que se trata es de ver los problemas, las diferencias, hablar de ellas.

"Recuerdos con el señor Cárdenas" es una obra ganadora del VI Concurso de Dramaturgia “Ponemos tu obra en escena” del Centro Cultural Peruano Británico. [Foto: Difusión]
"Recuerdos con el señor Cárdenas" es una obra ganadora del VI Concurso de Dramaturgia “Ponemos tu obra en escena” del Centro Cultural Peruano Británico. [Foto: Difusión]

La historia, si bien se enfoca ahí, no se circunscribe a ese núcleo familiar, sino que pretende mostrar un drama transversal.
Salvo el del empleado de la casa —que sí existió, pero no era un terrorista encubierto—, el resto de personajes también parten de la realidad: el mecánico al que le roban el carro del abuelo y el amigo arruinado pasaron por mi vida y todos fueron tocados directa o indirectamente por la violencia. Si bien todo lo que uno escribe parte de uno, esta es mi pieza más autobiográfica hasta hoy. Oculto menos, todo es bastante evidente, expuesto de manera más clara.

Además del señor Cárdenas, el otro personaje central de la obra es la Laura de entonces y la de hoy, supongo que tu alter ego. ¿Cómo fue marcada?
Quizá hubiera sido más optimista sin esos episodios de violencia, quizá no, pero lo que se plantea, más allá de que no se trata del personaje más alegre del mundo, es que el contexto la signó, la pasmó, no la deja avanzar. Arrastra el pasado 25 años después. No es capaz de hacer lo que quiere, de sentirse capaz, hábil, valiosa, más bien se valida a través de la escritura.

Justamente, hay un momento, al final, en que el abuelo encuentra unos cuadernos y le dice que escriba sobre lo que le está pasando.
Me pasó algo curioso: no es que se me apareció mi abuelo, pero sí soñé con él y con mi abuela, y él me decía: escribe. Sentí que tenía que escribir esta obra. Después de tantos años de experiencia, considero que estaba preparada para escribir una obra que me involucre tanto.

"Recuerdos con el señor Cardenás" se presentará desde el 12 de octubre en el Centro Cultural de la Universidad de Lima. [Foto: Difusión]
"Recuerdos con el señor Cardenás" se presentará desde el 12 de octubre en el Centro Cultural de la Universidad de Lima. [Foto: Difusión]

Y de paso conecta con los espectadores.
Sientes que lo haces bien cuando llega a las personas y genera algo en ellas. Conectar con los otros a través del arte, encontrar eso que tenemos en común y que no se da en el día a día porque todos estamos con nuestros celulares, muy ocupados, todo el mundo a full… el teatro es un espacio donde todo se suspende y nos conectamos. Eso me motiva un montón. No sé si esta obra es la mejor que he escrito. Katrina es bonita también, muchos la consideraron irreverente, aunque ello no fuera mi intención. Esta sí creo que lo es, estoy más expuesta, siento más riesgo… creo que para exponerse hay que ser valiente y maduro y sí, me siento madura y valiente en este momento de mi vida.

¿Qué tal la experiencia de dirigir a tu madre por primera vez?
Mi mamá es superprofesional: llega la hora, se sabe la letra, chanconaza. Se sabe lo suyo y lo de todos. Es una capa. Se trata de una experiencia superbonita, porque, además de apoyarme, me acerca más a ella.

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