Miguel Giusti es un filósofo especialista en historia de la ética, ética contemporánea y filosofía del idealismo alemán. [Foto: PUCP]
Miguel Giusti es un filósofo especialista en historia de la ética, ética contemporánea y filosofía del idealismo alemán. [Foto: PUCP]
Dante Trujillo


Filósofo, investigador y catedrático, Miguel Giusti es la cabeza en Lima de la organización de La Noche de la Filosofía, un evento que se realizará gratuitamente el viernes 20 de abril en el C. C. PUCP, de cinco de la tarde hasta las cinco de la mañana del 21. Durante toda la noche y la madrugada, los asistentes conversarán con filósofos, académicos y artistas sobre temas relacionados a la ética, la ciudadanía y la política. En su segunda edición, cuenta con invitados nacionales y extranjeros que tienen mucho que decir al respecto.

Ya en su primera edición limeña, el año pasado, La Noche de la Filosofía tuvo una gran acogida. ¿A qué atribuye este éxito? ¿Tal vez estamos subestimando el tema y hacen falta más espacios de debate?
Para mí es señal de una demanda de la gente por discutir, reflexionar o expresar de manera más articulada sus preocupaciones cotidianas, la demanda de una sociedad que se ve enfrentada a muchas situaciones desagradables, incorrectas o injustificadas, y que quiere discutir de una manera más articulada y orgánica las soluciones posibles a estos problemas. Una de las características del evento es que no se trata solo de conferencias convencionales, ni de una conversación de filósofos o artistas, sino de una charla de filósofos con el público sobre temas de actualidad.

¿Cómo se estructura el esquema de trabajo para poder captar no solamente a filósofos?
La Noche de la Filosofía se realiza en distintas ciudades del mundo y está diseñado para un público que esté formado por filósofos. No es un congreso, no es un evento académico, es la filosofía en la calle. El evento fue creado el 2010 por una filósofa y dramaturga francesa llamada Mériam Korichi. Ella tenía la idea de crear una gran actividad filosófica en la ciudad, pero que tuviese una dimensión artística. Por eso participan no solo filósofos que hablan sobre temas de interés público, sino también artistas que hablan de su arte y la relación del arte con los problemas de la ciudad. Este año, por ejemplo, vamos a pasar la película La vida de los otros, y luego habrá una mesa sobre el problema de la moral y la política. Una segunda novedad es que Mériam Korichi viene y va a dirigir el montaje de uno de los diálogos de Platón, El banquete, en el que se juntarán siete personas, entre filósofos y artistas, que hablarán sobre el amor. Además, el día viernes se está poniendo una obra de teatro, “Dominga” organizada por la Facultad de Derecho de la PUCP. Se trata de una obra compuesta por Gino Luque y Roberto Ángeles, dirigida por este último, donde actuarán los profesores de la facultad. Es una obra que trata sobre la discriminación de la mujer en la época en la que se declara la independencia en el Perú. Cuenta la historia de Dominga, una arequipeña que sufre diferentes tipos de discriminación y que es llevada a los tribunales. Este es también un tema vinculado con la moral y la política.

¿Cuál es la principal diferencia entre lo que se realiza en Lima y lo que ocurre en otras ciudades?
Korichi siempre ha considerado que el evento debe mimetizarse de alguna manera con la ciudad en la que se lleva a cabo, y yo le comenté que esta es una urbe caótica. En parte por eso, el año pasado lo hicimos en tres sedes, y este lo vamos a hacer en dos: en el Centro Cultural de la PUCP y en el teatro Vichama, de Villa El Salvador. En cada edición de La Noche de la Filosofía se elige un tema de preocupación para la ciudad, y nosotros pensamos que este año el problema principal de la sociedad peruana es la corrupción o la inmoralidad de los políticos, y la posibilidad o imposibilidad de conciliar moral y política.

¿Qué puede contar de las ideas que animan a Regina Kreide y Francisco Cortés, los otros invitados extranjeros?
Francisco Cortés es el director del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia (Medellín), y es un experto en procesos de paz de justicia transicional; entonces, hablará sobre los problemas que enfrenta una sociedad luego de una firma de tratado de paz, como lo sucedido en Colombia, o los de las democracias frente al populismo. Regina Kreide es una filósofa alemana, experta en teoría crítica de la sociedad. Ella está convencida de que la filosofía debe intervenir en los cambios o en la transformación de la sociedad, que no debe ser una mera espectadora, y su conferencia va a ser sobre justicia internacional.

¿Cuál es el estado de los estudios filosóficos en el Perú?
La filosofía en el Perú es en gran medida un reflejo de las discusiones filosóficas que tiene lugar en muchas partes del mundo, con algunas peculiaridades. Aquí hay un interés grande por la filosofía andina, o la cosmovisión andina y la forma de comprender la sociedad o el espacio, la naturaleza. Además hay también una tradición filosófica peruana que es interesante, representada por filósofos como Sebastián Salazar Bondy o Francisco Miroquesada que han jugado cierto papel en la sociedad Paco Miroquesada decía que la filosofía en el Perú es un olmo que da peras. En nuestro país hay una comunidad filosófica pequeña comparativamente hablando con países como Colombia, México, Argentina. Tenemos pocas facultades de filosofía. Podría decir que actualmente hay dos corrientes, una de reflexiones filosóficas más universalistas, que hacen eco de la discusiones filosóficas del mundo entero y otra comunidad que es más localista, más vuelta hacia el pensamiento andino o hacia los problemas de la interculturalidad, que son problemas muy propios de la sociedad peruana.

Los 200 años de Marx es un tema del que seguro se hablará en La Noche de la Filosofía. ¿Cómo podemos interpretarlo en el siglo XXI?
Marx ha muerto, pero es un fantasma. Hay muertos que se mueren y descansan en paz, y hay otros que de alguna manera siguen inquietando. El marxismo se ha derrumbado. Ha fracasado o ha traicionado sus ideales; pero, a pesar de todo, las ideas de Marx siguen despertando ilusiones e inspirando a la gente que aspira a la justicia, los cambios sociales. Dicho en otras palabras, muchas de las tesis de Marx que cuestionaron la sociedad capitalista siguen siendo válidas. Las crisis del capitalismo, la alienación del trabajo, las formas de la injusticia, la necesidad de un cambio estructural, la de construir una sociedad más solidaria, todas esas tesis siguen siendo ciertas. Lo que no ha sido válido es la forma en que las sociedades han querido construir nuevas formas de gobierno inspiradas en Marx. Eso es lo que ha fracasado.

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