En la sede de la Gran Biblioteca Pública, en la avenida Abancay, Neyra asegura que redoblará esfuerzos para aumentar los espacios públicos para los ciudadanos. (Foto: Rolly Reyna)
En la sede de la Gran Biblioteca Pública, en la avenida Abancay, Neyra asegura que redoblará esfuerzos para aumentar los espacios públicos para los ciudadanos. (Foto: Rolly Reyna)
/ ROLLY REYNA

En enero de este año, Ezio Neyra Magagna ( Lima, 1980 ) asumió el cargo de director de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). Aceptó, entre otras cosas, porque la gestión pública no es un campo desconocido para él: además de ser docente universitario, PhD en Literatura Latinoamericana y editor, estuvo a cargo de la Dirección del Libro y la Lectura en el Ministerio de Cultura entre 2015 y 2018. Pero el reto que suponía ocupar el sillón de la BNP —que antes ocuparan Ricardo Palma o el homenajeado en este número, Jorge Basadre— adquirió una nueva dimensión con la llegada de la pandemia de COVID–19.

En 1943, Jorge Basadre tuvo que reconstruir la BNP tras un incendio. A ti te toca sacarla adelante en medio de una pandemia.

El trabajo de Jorge Basadre es inigualable. No podría compararme con él, sobre todo, porque, cuando el incendio sucedió, él no era director de la BNP. Él asume el cargo y, con ello, la enorme responsabilidad de reconstruir la biblioteca. En enero, tracé un plan de acción en condiciones “normales” y, a los dos meses, llegó la pandemia. Varios proyectos no se podrán concretar este año. He pasado la mayor parte de mi gestión en cuarentena, pero eso no significa que se haya paralizado el trabajo.

¿Cómo reestructurar los planes?

Lo primero es aprovechar al máximo los canales virtuales. Es increíble cómo hemos ampliado nuestra llegada al público. Lo vi con el programa virtual de Historia del Perú, que terminó el viernes pasado. Con las conferencias presenciales llegábamos a unas 30 personas; con las virtuales, hemos alcanzado más de diez mil personas. Han participado peruanos en el extranjero y gente de todo el mundo: eso es muy importante. La BNP tiene que cubrir el derecho a la cultura que tienen todos los peruanos.

¿Es verdad que los peruanos no asumimos la cultura como un derecho?

Es una triste verdad. Es necesario que sigamos trabajando desde el Estado para que la situación cambie. Y los ciudadanos deben tomar la iniciativa. No deben asumir, por ejemplo, que, si un alcalde implementa una biblioteca municipal, les está haciendo un favor.

Al respecto, el sector editorial critica que la BNP no compre suficientes libros.

Es que no es solo un trabajo de la BNP. Es un esfuerzo compartido con los municipios distritales y es todo un tema por resolver. Hay municipios que ni siquiera cuentan con un área encargada de asuntos culturales. Necesitamos una serie de cambios para garantizar la implementación de las bibliotecas y la compra de libros.

Pasando a otro tema: ¿Cómo va la recuperación de libros robados? ¿Podremos recuperarlos?

No sé si se puedan recuperar todos los libros. No lo digo por pesimista ni porque vaya a rendirme. Muchos libros están en colecciones personales de ciudadanos extranjeros, y no sé si siempre encontraremos a personas como los Mindlin, familia brasileña que el año pasado nos devolvió, tras una serie de gestiones, un libro de Justo Sahuaraura robado durante la guerra con Chile. Pero no vamos a abandonar la búsqueda; al contrario, vamos a darle un nuevo impulso. Nunca dejaremos de buscar.

Jorge Basadre es el padre de la bibliotecología en el Perú. Recordándolo, es importante mencionar que hay voces dentro de la BNP que piden un mejor trato a los bibliotecólogos.

La BNP está a poco de cumplir 200 años, y es cierto que en el camino se ha ido dejando de lado la gran labor que realizan los bibliotecólogos. No obstante, desde hace un tiempo —antes de mi gestión—, se trabaja para revertir esta situación. Por ejemplo, está abierta la convocatoria al reconocimiento “Jorge Basadre Grohmann”, una distinción a profesionales que gestionen servicios bibliotecarios de calidad y promuevan la lectura.

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Cuando el historiador Jorge Basadre asumió la dirección de la BNP, en 1943, fundó Fénix, una publicación especializada en la bibliotecología, el fomento de la lectura y las ciencias de la información. Tras salir de circulación por un largo periodo, volvió a editarse en 2018, y hoy está abierta la convocatoria a los especialistas que deseen ser parte de la próxima edición —la número 48— que será publicada en noviembre de este año. Más información en la página .

Este es uno de los esfuerzos de la BNP por mantener vigente la obra del gran historiador quien, como cuenta Ezio Neyra, fue el fundador de la sala infantil de la biblioteca: “Fue una de las primeras cosas que hizo al asumir la dirección de la BNP, y lo hizo porque cuando él tenía 13 años trató de asistir a la biblioteca y no quisieron darle carnet por su edad. Entonces, su compromiso fue crear una sala de lectura infantil”. La historia termina en que Basadre no consiguió carnet pero sí consiguió que el entonces director, Luis Ulloa, lo acogiese en su oficina para que revisara los libros que quisiera bajo su supervisión. Fue en esa oficina que un joven Jorge Basadre conoció a José Carlos Mariátegui. Pero esa es otra historia.

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