Los insectos de hoy, la comida de mañana?
Los insectos de hoy, la comida de mañana?
Diana Hidalgo

Cazar una araña y alimentarla durante días para observar y comprender su proceso evolutivo puede ser un juego de niños que, con el tiempo, se convierte en algo grande. Al menos así lo fue para el ingeniero agrónomo Eduardo Lama, quien desarrolló desde niño una extraña fascinación por los insectos. Ya de grande —cuando empezaba su carrera— veía día a día miles o millones de insectos muertos en los campos de cultivos de cítricos, exterminados por plaguicidas o insecticidas. Se dio cuenta, entonces, de que la ingeniería agrónoma se enfocaba en eliminar a los insectos. Allí, donde la mayoría veía un problema, él empezó a ver una solución y cambió de rumbo. “Quisimos reivindicar al insecto en la sociedad. Lo vemos como una plaga que afecta las frutas o las hortalizas, o como transmisor de enfermedades. Pero no lo vemos como alimento, como una fuente alternativa de proteína sostenible”, sostiene el ingeniero Lama desde su laboratorio en la Universidad Agraria, donde hoy tiene un criadero de 50 metros cuadrados, con un billón de larvas por metro cuadrado del escarabajo Tenebrio molitor.

Contenido sugerido

Contenido GEC