"Monólogos desde Babel" (2020) es el tercer libro del poeta peruano Mateo Díaz Choza (Lima, 1989)  (Foto: Gustavo Quintero).
"Monólogos desde Babel" (2020) es el tercer libro del poeta peruano Mateo Díaz Choza (Lima, 1989) (Foto: Gustavo Quintero).
Marco Gonzales Peralta

Mateo Diaz Choza (Lima, 1989) ha publicado, con el sello nacional Alastor Editores, su tercer poemario titulado Monólogos de Babel. También es autor de los poemarios Av. Palomo (Paracaídas, 2013) y Libro de la enfermedad (Paracaídas, 2015), el último de los cuales obtuvo el primer lugar del Concurso de Poesía – Juegos Florales de Barranco en el 2013. Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Desde Providence, Estados Unidos, en donde cursa una maestría en Estudios hispánicos en la Brown University, conversa con nosotros.

En el poemario se abordan pasajes bíblicos, pero se reescriben desde lo personal. ¿Cuáles fueron las preocupaciones que te llevaron a abordar el tema? ¿Cómo se gestó el poemario?

El tema bíblico ya lo había tocado en mi libro anterior que es El libro de la enfermedad, no sé muy bien por qué, pero es un tema que por un período de mi vida me obsesionó bastante. No sé si se llegan a reescribir los pasajes bíblicos, se toman algunos motivos en los títulos, pero hay una separación entre lo que plantea el título y lo que presenta el poema. Este libro lo fui escribiendo más o menos en orden entre 2015 y 2017, poco a poco fue agarrando cuerpo, fui entendiendo el esquema que tenía en la cabeza; era un tiempo en el que vivía en Lima y tuve cierta estabilidad para trabajar en estos textos.

“Monólogo de Mateo” y “Monólogo del Nazareno” son dos poemas en contrapunto. En el primero, un poeta cuenta su historia que desemboca en el camino apostólico; en el segundo, el maestro desdeña tal camino. ¿Concebiste los poemas juntos? ¿Cómo crees que se aborda la espiritualidad en el mundo moderno?

Esos dos poemas son de los más bíblicos del libro. No es que yo haya pensado esos dos poemas en contrapunto, sino que en general todo el libro lo he pensado como poemas que se van mirando, reflejando, dialogando consigo mismos. El poema “Una temporada en el desierto” es el punto del medio, a partir de él los poemas que vienen después y los anteriores van dialogando. Yo estudié literatura en San Marcos y mi tesis fue sobre la secularización en Clemente Palma, hijo de Ricardo Palma, pero en general el tema era cómo se puede vivir la espiritualidad hoy en día; es una pregunta ante la cual no tenemos una respuesta. En el siglo XIX el arte pudo ser considerado como un sucedáneo de la religión, el artista como una suerte de sacerdote, y justamente el poema “Monólogo del Nazareno” ironiza sobre eso, pero yo creo que eso no es viable; lo que no impide que la poesía pueda ser un vehículo para ciertos caminos de lo que llamamos espiritualidad, que se diferencia de la religión.

Claro, la espiritualidad como mirar la esencia de uno

Y que el alma humana no necesariamente está encerrada en la individualidad, puede ser un encuentro colectivo, o un encuentro con el planeta.

Hay poemas muy fluidos, que son una narración poética, y otros fragmentados, una suerte de ensamble coral. ¿Buscas el poema o el poema te encuentra escribiendo?

Utilizas la palabra coral, el libro es “monólogos”, un conjunto de muchas voces, justamente. Al comienzo los poemas fueron llegando, ya cuando tenía un cuarto del libro fui creando la estructura: cada poema tenía un tema, pero también un estilo. Otra idea que me pegó mucho es pensar el poemario como a veces los novelistas piensan alguna novela: un capítulo puede ser la voz de un personaje, después pasan tres capítulos y aparece nuevamente la voz del personaje. Dije, van a ver poemas que sean en prosa, van a ver otros que sean monólogos sin puntuación, como monólogos interiores, luego poemas corales, como voces sueltas que se van a encontrar.

Por encima de las referencias bíblicas, el poemario es una constante reflexión sobre el lenguaje. ¿Es el lenguaje comunicación e incomunicación al mismo tiempo? ¿Cuán incomunicadas crees que están nuestras sociedades?

Tiene que ver sobre qué pensamos de la poesía en general, porque hay cierta poesía más conversacional, cuyo presupuesto es que la poesía comunica una realidad social, individual, sentimental; y hay otra poesía, como la neo barroca o del lenguaje, que se basa en la reflexión de la incomunicación del lenguaje. La poesía es todo eso al mismo tiempo; por un lado, la materia con la que construyes un poema son palabras, y las palabras dicen algo, lo quieras o no. Esto difiere de la música, ésta te puede causar muchas cosas, pero no te dice cosas; y el lenguaje te dice cosas, aunque no quieras que las diga. Incluso en el poema más neo barroco del mundo, una palabra trae un horizonte de significados, traza un sentido; pero la poesía que dice lo que quiere decir, también dice más que eso.

Hay un verso que dice: “nosotros somos las variaciones, otra es la melodía”. ¿Crees que el ser humano es una disonancia en la naturaleza?

Esa sería una interpretación excepcionalista del ser humano; como si este fuera inherentemente distinto a la creación. Yo tiendo a creer que no, es una manifestación más de las formas de vida; en ese sentido es una variación. La variación es una modificación sobre algo que ya existe, que es el tema principal. No sé cuál es la respuesta a tu pregunta, pero tiendo a creer que no somos excepcionales. Al ser la variación y no el tema, tampoco somos los más importantes.

Otro verso reza: “Esta mañana he soltado los lebreles para la caza espiritual”. ¿Es este libro el resultado de una caza espiritual?

De varias cazas, probablemente. De varias persecuciones. De hecho, hay un nivel espiritual, de reflexión sobre el lenguaje, pero también una reflexión sobre la identidad; una persona que se fragmenta en muchas. En ese sentido, yo pensé el libro como si fuera una música polifónica: una voz puede ser la espiritual, otra puede ser la voz del mito bíblico, otra la reflexión sobre el lenguaje, la poesía, y ciertos elementos del Perú.

En los agradecimientos defines la escritura: “escribir es saquear y estar dispuesto a ser saqueado”. ¿Cómo concibes la escurridiza definición de originalidad?

Claramente deslindo de la idea de originalidad. Leí un ensayo de una amiga chilena, poeta también, Micaela Paredes, y ella hablaba de que la originalidad era volver al origen. Si es volver al origen, de ninguna manera es prescindir de lo que viene antes. Yo tiendo a creer en la escritura como una reescritura.

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