Jaime Bedoya recuerda a una importante figura del box quien hoy vuelve a ser centro de atención tras el estreno de una serie sobre él.
Jaime Bedoya recuerda a una importante figura del box quien hoy vuelve a ser centro de atención tras el estreno de una serie sobre él.
Jaime Bedoya

Meterle diente a un choripán en la misma Costanera sur supone ingerir un suculento bocado de argentinidad. El Río de la Plata luce inmóvil y sucio. No llueve. La acera está ocupada por la venta de baratijas, varias de ellas ofrecidas por peruanos de nostalgia difusa y acento porteño. La cerveza fría llega en triciclos a los que la necesidad les ha adaptado un cooler artesanal. Frías están. Hay una sensación de serena autenticidad en cada mordisco.

La señal de presuntuosidad afín a la idiosincrasia local es el llamado Paseo de la Gloria. Tan elevada nomenclatura se refiere a voluntariosas esculturas de deportistas argentinos notables. Todas de yeso. Entre otros están el basquetbolista Manu Ginóbili y la tenista Gabriela Sabatini. Ella acaricia el aire atlántico. Le han robado la raqueta.

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En ese paseo hay un boxeador, Pascual Pérez, el León Mendocino. Requiere gugleo. El glorioso pero ignoto pugilista hace notoria la ausencia de un colega suyo que entrenaba en la Costanera. Y de quien por estos días se habla mucho en Buenos Aires. Se habla mal.

El santafesino Carlos Monzón, campeón mundial de peso medio, trotaba al lado del río entre peleas. Hay afiches por la ciudad que anuncian por qué ha vuelto a ser noticia 24 años después de su accidentada muerte. Se ha estrenado una serie sobre su vida. El título es su apellido. Los subtítulos, no:

Monzón.
Ídolo. Campeón. Feminicida.

Afiche publicitario de la serie que es emitida en Argentina.
Afiche publicitario de la serie que es emitida en Argentina.

En 1970 Monzón viajó a Roma sin ninguna expectativa para enfrentar como retador al campeón de peso mediano Nino Benvenuti. El italiano era campeón olímpico, guapo, articulado y de buenos modales. Monzón lo destruyó en 12 rounds.

Regresó a Argentina como campeón mundial y sensación instantánea. Alain Delon y Jean-Paul Belmondo lo buscaban. Ursula Andress lo perseguía. Su vida sentimental se convirtió en tema público cuando aún casado con su primera esposa tuvo un romance público con la inacabable Susana Giménez, patrimonio pop argentino.

Se retiró campeón a fines de los setenta. Como profesional del puñete no supo qué hacer con su vida, vacío que ocuparon drogas, alcohol y rudeza. Un día de San Valentín de 1988, a una década de su retiro, mató a su segunda esposa con sus propias manos.

Ella se llamaba Alicia Muñiz, modelo y actriz uruguaya, madre de su hijo. Ella tenía 23 años. En un dudoso incidente ambos cayeron desde el balcón de una casa en Mar del Plata. Él se rompió el hombro. Alicia cayó ya muerta.

Monzón logró convertirse en una de las figuras más importantes de Argentina tras los importantes triunfos que fue acumulando.
Monzón logró convertirse en una de las figuras más importantes de Argentina tras los importantes triunfos que fue acumulando.

El juicio fue un evento mediático e histórico. En medio de una discusión violenta, manera habitual de comunicarse de Monzón, él la había estrangulado hasta romperle el cuello. Tirarse juntos al vacío habría sido una manera de encubrir el acto. Se condenó al feminicida a 11 años de cárcel. Eso fue lo histórico. Monzón era ídolo en tiempos en que la violencia contra la mujer era parte de una normalidad no necesariamente digna de ser denunciada.

Monzón se mató en su auto un día que regresaba a toda velocidad a su celda: le habían dado un permiso de salida por ‘buena conducta’. El día de su entierro, evento multitudinario, la gente coreaba “Dale, campeón” ante el féretro. Tenía 52 años al estrellarse.

El campeón sigue muerto y sigue campeón, pero hoy es más feminicida que nunca. En estos días es difícil encontrar a alguien que lo defienda, ni siquiera como recuerdo: le rompió el cuello a una mujer con la misma mano con la que había noqueado a 58 hombres.

Carlos Monzón ha vuelto a ser noticia tras la emisión de una serie sobre su vida.
Carlos Monzón ha vuelto a ser noticia tras la emisión de una serie sobre su vida.

Adiós, campeón, devuelva la gloria antes que acabe la miniserie.

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