(Foto: Giancarlo Shibayama y Giovanni Tazza)
(Foto: Giancarlo Shibayama y Giovanni Tazza)

Tres escenas: el devastador terremoto y tsunami del 2011 en Japn; una vieja peluquera de Lince especializada en peinados vintage; las fotos de un grupo de seorones nudistas, entre las que destaca el retrato de una anciana que luce, sin tapujos, todos sus pliegues delante del Gran Can del Colorado. Puede existir alguna relacin entre estos tres grficos a todas luces inconexos?

Ese es el reto que se plante el ilustrador y artista plstico Rodrigo La Hoz en su libro Esttica unisex, una novela grfica que es a la vez un microcosmos de historias entrecruzadas y de personajes extraos y solitarios, que ocultan algunos secretos inquietantes. A saber: una abuela que viaja secretamente a Japn para practicar el nudismo; una estilista obsesionada con los ansiolticos y los peinados antiguos; un optometrista evanglico que contacta hombres por Internet y vive, con muchas culpas, su homosexualidad, y un boticario que comercia calmantes y cultiva geranios en la azotea de su casa.

Empec la historia a partir de tres ejercicios visuales. El tema del desastre, que siempre me haba interesado trabajar; la peluquera, porque quera dibujar pelos y peinados, y el nudismo, porque haba encontrado en Internet un grupo de fotos de nudistas, especialmente una imagen maravillosa de una mujer de 60 aos. Toda la novela naci a partir de estas ideas grficas, explica Rodrigo La Hoz en su habitacin taller. Ah nos recibe con la inquietud de quien inicia un examen final. Es la primera entrevista que doy sobre mi libro y he escrito algunas cosas para que no se me olviden, dice, entre telas a medio pintar, libros con ilustraciones de los aos sesenta, una mueca de la novia de Chucky que nos mira como un pequeo maniqu perturbador, y geranios, muchos geranios, que l cultiva en macetas como su personaje con la pasin y dedicacin de un coleccionista.

Por eso Esttica unisex se inicia con la imagen desgarradora de un amasijo de escombros. Casas, carros, edificios y rboles barridos por una hecatombe. Y en medio de ese caos surge, de milagro, la figura de una anciana que se pregunta, totalmente desconcertada: Dnde estoy?.

*** Hasta los 25 aos, Rodrigo La Hoz haba desarrollado una carrera como artista plstico y los cmics haban pasado por su vida de manera inadvertida. Crea, como muchos, que solo se trataban de historias de superhroes y pasatiempos para chicos, pero un buen da descubri el trabajo del estadounidense Chris Ware y luego ley las historias del pionero y maestro canadiense Winsor McCay, y su percepcin empez a cambiar. Se dio cuenta de que en realidad se trataba de un gnero que ofreca mltiples posibilidades expresivas.

Un arte en el que lo imposible se torna verosmil y donde, cuadro por cuadro, el trazo importa tanto o ms que la trama misma. Empec a encontrar en los cmics elementos que me entusiasmaron y que solo funcionan en este gnero. De hecho tengo muchas influencias del cine y la literatura, pero la manera en que uno construye un cmic es completamente diferente, como la idea del ritmo y del tiempo que no es la misma que en las novelas o las pelculas, cuenta Rodrigo.

Entonces, ms que historias, ha desarrollado eso que enfatiza: ideas grficas. Haber venido de las artes plsticas me permite trabajar ms a partir de temas que de historias. Soy incapaz de crear un marco narrativo de principio a fin y despus dibujarlo, como hacen mis amigos historietistas. Yo simplemente pienso en la escena que quiero desarrollar y despus decido cul ser la siguiente y as sucesivamente. Por eso nunca s lo que pasar despus. En realidad una vez que ya tengo varias escenas hechas, voy retrocediendo, corrigiendo y aumentando vietas, explica.

*** La anciana camina entre los escombros y en un almanaque se seala la fecha: 11 de marzo del 2011. Ese sbado, Gema ha salido a repartir volantes de su peluquera por las calles de Lince. Luego, mientras est cortando el pelo a un indeciso cliente, recibe una desconcertante llamada: un extrao le comunica que su abuela ha muerto tras el tsunami que ha barrido las costas de Japn. Algo que Gema toma como una absurda broma, pues su abuela le ha dicho que se encuentra en Huaraz, en un pacfico retiro religioso.

En este momento empiezan a entrecruzarse las historias. Cerca de ah, en una iglesia evanglica, un joven aficionado a la crianza de palomas mensajeras conoce a Alberto, un maduro y solitario dependiente de una ptica.

Siempre he sentido una fascinacin por la idea del desastre y del fin del mundo, explica La Hoz. Qu haras si te enteras que va a caer un meteorito en la tierra? Eso tiene que ver con los personajes. Tanto la abuela como el optometrista gay estn en cierto sentido buscando recuperar el tiempo perdido. l est desesperado por vivir su homosexualidad en el ltimo tramo de su vida y ella est haciendo lo que siempre le gust (el nudismo), pero en secreto.

El ttulo del libro, Esttica unisex, tiene que ver con ese rtulo que figura en todos los salones de belleza de Lima y que tambin puede definir como explica el autor a los nudistas en apartados parajes, hombres y mujeres, jvenes y viejos, despreocupados de su sexualidad, unidos por una esttica unisex. En el caso del cmic estamos frente a otra esttica, que no es uniforme, sino que surge a partir de imaginar potentes ideas grficas.

Aventuras sin dramas Junto con Esttica unisex y Perros perdidos, Pictorama tambin publica Lasincrebles aventuras del hombre que no se hacadramas, de Jess Cossio, una serie de historias que han tenido gran xito en Facebook (con ms de 100.000 seguidores) y que ahora, reunidas en un volumen, sern presentadas en la prxima FIL (26 de julio, 16:00). Conocido sobre todo por sus trabajos sobre la memoria, la violencia poltica y la crtica social, Cossio desarrolla en esta serie algo aparentemente sencillo: la vida de un muchacho que no se hace dramas despus de un fracaso amoroso. A partir de ah se han multiplicado las historias que hacen hincapi en la extraa condicin actual: una sociedad cada vez ms individualista que paradjicamente quiere escapar de la soledad. En una de las vietas se lee: Todos tenemos problemas. El punto es no reaccionar con drama: desesperacin, fatalismo, apego, miedo al cambio, dice el personaje. Desde fuera del cuadro, le responden: En una relacin es normal reaccionar as Es que t ya pareces un robot. Entonces, el hombre que no se haca dramas concluye: Las personas reaccionan as porque nuestra cultura nos programa para idealizar las relaciones. Y nos programa para odiar la soledad con sus canciones de amor envenenado y sus pelculas edulcoradas con final feliz. Dime quin parece un robot ahora.

La historieta detrs El ao es el 2012. El lugar, un chifa frente al hospital Edgardo Rebagliati. Ah un grupo de amigos, editores, dibujantes y acadmicos aficionados al cmic planea dar vida a una editorial especializada en este gnero. Despus de varias reuniones, idas y venidas, el proyecto lleg a buen puerto con la aparicin de Pictorama. Giancarlo Romn, uno de los artfices de la editorial, explica que esta nace con la intencin de independizar el cmic y entender que se trata de un arte y no de un subgnero literario, como piensan muchos. Uno de los objetivos de Pictorama no solo es publicar a autores locales, sino a grandes maestros del cmic que no sean muy conocidos en el Per para desarrollar la novela grfica en nuestro medio. De esta manera, la editorial acaba de publicar Perros perdidos, la novela grfica del canadiense Jeff Lemire. El libro, marcado desde el mismo trazo por un realismo sucio, visceral y elocuente, es la historia de un campesino, gigante y tosco pero bondadoso, que se enfrenta a un degradado mundo urbano, en el que todo intento de salvacin termina en tragedia eimposibilidad.