Rodrigo Falla
Rodrigo Falla

Seminario, ¿Qué serías capaz de hacer para alcanzar el éxito?, es una comedia escrita por la Theresa Rebeck que ha triunfado más de una vez en Broadway. En Lima, bajo la dirección de Rodrigo Falla, espera alcanzar el mismo éxito.​

La obra presenta la historia de cuatro jóvenes aspirantes a novelistas, que contratan a Leonard, una eminencia en la materia, para que les dicte un taller privado. Bajo su rigurosa y poco ortodoxa enseñanza, algunos brillan y otros se frustran, surgen y se rompen alianzas, mientras todos buscan descifrar la receta para alcanzar el éxito.

Conversamos con su director sobre cómo el argumento puede tocar al espectador a partir de la idea de "alcanzar el éxito" que barajan los personajes y que pueden traducirse sin problemas en la realidad que nos rodea, sazonada por lo efímero de la fama que algunos creen lograr al exponerse en redes sociales.

Va hasta el 26 de mayo, de jueves a domingo, en el auditorio AFP Integra del MALI (Parque de la Exposición. Paseo Colón 125, Cercado de Lima). Entradas a la venta en Teleticket de Wong y Metro.

Seminario es una carrera por el éxito
Sí. La obra te habla de cuatro aspirantes a novelistas que contratan a un profesor --una persona rarísima, poco ortodoxa-- para que les ayude a lograr el éxito. Pero lo importante, creo, es que la obra le deja como pregunta al público ¿qué tanto estamos dispuestos a perder o sacrificar de nuestra humanidad para lograr algo? 

Es un tema bastante vigente en el contexto en el que nos movemos, donde muchos pelean por alcanzar reconocimiento en el efímero mundo de las redes sociales.
Tal cual. Vivimos la época de lo facilista. En esta obra el norte es reflexionar sobre qué serías capaz de sacrificar para lograr el éxito, y cada personaje lo hace desde un espacio distinto. Cada uno de los actores representa un personaje muy arquetípico que busca el éxito. Son arquetipos que representan a un grupo, está la persona que hace sus contactos que todo lo ve por su familia o el apellido y todo lo tiene más fácil. Está la persona que usa la seducción para lograr algo, está la persona que quieren ser buenas a partir de su trabajo y no acepta la ayuda de nadie, está la persona que tiene dinero pero no tiene el dinero para hacerlo. 

No todo tiene que tener una moraleja, pero la obra tiene un interesante subtexto.
Yo no creo que todas las obras tengan una moraleja pero sí creo que es importante que el teatro te deje una pregunta, que tú mismo te cuestiones. Igual el público se va a reír porque es una comedia, son situaciones muy hilarantes. 

Es un bonito proceso el del teatro porque te da más posibilidades que el cine o la televisión. Aquí puedes ir enriqueciendo tu personaje en cada puesta en escena.
Es bonito porque siempre va a estar vivo. Tú pintas un cuadro y la imagen estará ahí siempre, igual con las películas, pero las artes performativas cambian dependiendo del día, del ánimo y de muchos otros factores porque somos humanos y nos somos máquinas. Ninguna función es igual a la otra.

¿Crees que estamos en una buena época para hacer teatro?
Yo creo que sí pero todavía nos falta un largo recorrido. Creo que mientras más personas se quieran dedicar a hacer teatro bien, vamos a ir por buen camino. Se debe hacer un teatro sincero, que se quiera transmitir algo, que el público se cuestiones, que quiera demostrar algo. Si vamos por ese camino creo que el teatro tiene futuro.

Pero aún necesitamos formarnos como espectadores, ¿no? 
Sí, aunque me pasa mucho que personas que no están acostumbradas a ver teatro se enganchan más con las puestas en escena. Acabamos de hacer una pequeña gira con la anterior obra, llegando a público que no está acostumbrado a ver teatro, y hemos visto eso, que ellos están disfrutando, sobre todo, que les cuenten una historia. 

Contenido sugerido

Contenido GEC