Tomás Gutiérrez Sánchez: “Tengo miedo de que alguien utilice al Frepap en el Congreso”.
Tomás Gutiérrez Sánchez: “Tengo miedo de que alguien utilice al Frepap en el Congreso”.
Jorge Paredes Laos

En la historia, política y religión siempre han estado unidas. La conquista española del Perú, por ejemplo, hubiera sido imposible sin los antecedentes de la guerra entre moros y cristianos. Tomás Gutiérrez Sánchez es sociólogo, historiador y teólogo, y acaba de publicar Protestantismo y poder. Acción política de los evangélicos en América Latina, un libro en el que cuenta la participación de este movimiento en momentos claves de la vida política y social del continente.

Para Gutiérrez, el reciente éxito del Frepap radica en que este grupo ha tomado el lugar que antes tenían los evangélicos, quienes se han visto afectados por los escándalos de algunos de sus pastores en los últimos años.

Pocos saben sobre la participación de los protestantes en la formación del Apra y del partido socialista de Mariátegui.

Los primeros misioneros protestantes que llegaron a inicios del siglo XX eran liberales, algunos masones, y venían con un evangelio social, apoyaban el movimiento obrero y el feminista. Misioneros metodistas, presbiterianos como John MacKay, vinieron con el deseo de legitimar la presencia evangélica en una época en que no había libertad de cultos porque la Iglesia católica tuvo hegemonía hasta 1915. Y una manera de legitimarse era apoyando a líderes jóvenes como Haya de la Torre. MacKay también fue amigo de Víctor Andrés Belaunde, de Luis Alberto Sánchez. En el libro, cuento cómo el líder aprista fue ayudado por una misionera cuáquera, Anna Melissa Graves, entre los 20 y 30. Ellos lo veían como un líder evangélico. MacKay cuenta que Haya se convirtió al protestantismo en 1922, en La Herradura.


¿Por qué el movimiento se volvió conservador?

A partir de 1932, los protestantes cambian su estrategia: dejan de lado la acción política y se enfocan más en hacer seminarios, en fundar iglesias. Entre 1930 y 1960, vienen los bautistas, los nazarenos, y se vuelven más conservadores hasta la revolución cubana. En un inicio, ellos la apoyaron, hasta que Fidel Castro anunció que era marxista y leninista.


En el caso peruano, los evangélicos vuelven a aparecer en los años 90 con Fujimori.

Hasta antes de la caída del muro de Berlín, ellos no querían saber nada de política, pero esto cambia después de 1989 y coincide con el surgimiento de Fujimori. En ese tiempo, los evangélicos eran vistos como gente honesta, con mucha ética, que había surgido a partir de su trabajo. Hoy, no. Hoy tienes a Santana…


¿Ser pastor ahora es casi como sospechoso?

Así es. El pastor empresario, el pastor que quiere vivir de la gente. Esa ética, de los 80 y 90, se quiebra. ¿Y sabes quién toma la batuta? El Frepap.


¿Cómo ves la aparición del Frepap en la política?

El milenarismo busca darle un sentido a la vida de las personas que nada tienen. Ezequiel Ataucusi, en 1968, se fue a Junín a abrir la frontera agrícola con 40 personas pobres. ¿Quién lo apoyó? Velasco. Le dio tierras. Diez años después, regresaron a Lima en camiones trayendo mercadería a San de Lurigancho y Comas. Se volvieron comerciantes. Sin embargo, a mí me preocupa lo que va a hacer el Frepap en el Congreso.


¿Por qué?

Tengo miedo de que alguien los utilice. Parece que quieren trabajar el tema de la familia. No parece interesarles el tema de género, sino que quieren meterse en la cuestión educativa —porque tienen colegios— y en la cuestión agraria.


¿El factor religioso es clave para entender la política en el Perú?

No, es uno de los factores. Lo que no se debe aceptar son los fundamentalismos. El peligro aparece cuando alguien se cree poseedor de la verdad. A mí me sorprende que evangélicos apoyen al grupo “Con mis hijos no te metas”, pues olvidan que la tradición evangélica de Lutero es la libertad. Parafraseando a Lutero: soy libre de todo, pero soy esclavo de todos.


Más información

  • Publicación: El libro Protestantismo y poder. Acción política de los evangélicos en América Latina se publica bajo el sello del Fondo Editorial de la Universidad de San Marcos.
  • Otros estudios: Gutiérrez Sánchez ha publicado, entre otros libros, El “hermano” Fujimori. Evangélicos y poder político en el Perú del ‘90, y Haya de la Torre y los protestantes liberales.

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