En su columna de ese domingo, Torres explicó que la medición se llevó a cabo el 31 de marzo y no el 1 de abril “debido a la cuarentena obligatoria que se estableció para la Semana Santa”. (Foto: Hugo Pérez/GEC)
En su columna de ese domingo, Torres explicó que la medición se llevó a cabo el 31 de marzo y no el 1 de abril “debido a la cuarentena obligatoria que se estableció para la Semana Santa”. (Foto: Hugo Pérez/GEC)
Ariana Lira Delcore

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, presidente ejecutivo de Ipsos Perú, conversó a través del Facebook de El Comercio con la periodista de la sección Política Ariana Lira sobre los detalles y alcances de la última

En este último simulacro de votación, con cédula de voto y ánfora, el candidato Yonhy Lescano, de Acción Popular, sigue liderando la intención de voto con 14,7%. Sin embargo, uno de los reacomodos en los primeros lugares es del economista Hernando de Soto (Avanza País), quien se ubica ahora en el segundo lugar, seguido de Verónika Mendoza (Juntos por el Perú).

MIRA: Elecciones 2021: De Soto escala al segundo lugar en la recta final

Metodología y diferencia con otras encuestas

El estudio publicado este domingo por El Comercio-Ipsos presenta dos mediciones: una encuesta de intención de voto y un simulacro de votación. Mientras que en el primer caso el encuestador lee al encuestado las opciones electorales y este le da una respuesta, en el segundo el encuestado le da al entrevistado una cédula igual a la que usará en las elecciones y este emite su voto de manera secreta en un ánfora.

Torres explica que, mientras que la encuesta de intención de voto sirve para conocer en qué sectores (nivel socioeconómico, edad, región, sexo, etc.) tiene más peso cada candidato, el simulacro de votación sirve, más bien, para tener más precisión respecto del resultado final. Ello debido a que –por ser secreto– muestra el voto oculto y reduce la cantidad de indecisos.

Es importante precisar que el estudio de El Comercio Ipsos no cubre la última fecha del debate presidencial del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), pues el trabajo de campo se realizó el 31 de marzo, antes de dicho evento. Esto debido a la orden de inmovilización total obligatoria decretada por el gobierno, del 1 al 4 de abril.

Nosotros teníamos previsto que todo el trabajo de campo se hiciera el 1 de abril. Sin embargo, se dio el confinamiento obligatorio por Semana Santa y tuvimos que adelantar el trabajo de campo al 31 de marzo. Por lo cual, efectivamente, ya habían ocurrido los primeros dos debates, pero no el tercero. Queda a interpretación de cada uno de si ese tercer debate podría haber variado los resultados a favor o en contra de algún candidato”, señala Torres.

En cuanto a las diferencias en los resultados de otras encuestadoras publicados paralelamente, Torres explica que estos responden a diferencias en la metodología.

La primera diferencia con la encuesta que ha publicado hoy otro medio es que esa otra encuesta es telefónica. Eso tiene ventajas y desventajas, pero la hace distinta a las de Ipsos que son presenciales”, señala.

Por otro lado, Torres sostiene que el simulacro de votación –el cual, por ser con cédula y ánfora, solo puede realizarse presencialmente– ofrece resultados más precisos, en tanto, como explicaba previamente, revela el voto oculto y elimina el factor “indecisos”.

De esa manera (con el simulacro), nos parece que se da una visión mucho mayor. En la encuesta (de intención de voto) uno siempre puede decir ‘no sé por quién voy a votar’ o puede responder algo de cara al encuestador que no es necesariamente lo que piensa”, precisa.

¿Puede variar la fotografía electoral en el tramo final?

Torres considera que, en los siete días que quedan antes de la segunda vuelta, las preferencias electorales pueden variar de cara al 11 de abril.

Puede haber variaciones, por supuesto, no solo entre los cinco que van adelante sino, incluso, entre los que están atrás. En el sétimo puesto tenemos un candidato (Pedro Castillo, de Perú Libre) que viene subiendo. Si este candidato sigue subiendo lo hará a costa de alguno de los que está más adelante y podría quitarle algunos puntos. Ese es uno de los efectos que puede ocurrir”, señala.

Por otro lado, el presidente ejecutivo de Ipsos Perú explica que, en la recta final de la carrera electoral, cualquier desliz en el desempeño de los candidatos que lideran las preferencias podría impactar en su intención de voto.

El foco de los reflectores va a estar entre los que están más arriba. Eso hace que cualquier error que cometan pueda ser repotenciado o, incluso, ataques que reciban podrían mellar sus campañas”, agrega.

Último simulacro de votación de El Comercio-Ipsos.
Último simulacro de votación de El Comercio-Ipsos.

, Torres explicó que la medición se llevó a cabo el 31 de marzo y no el 1 de abril “debido a la cuarentena obligatoria que se estableció para la Semana Santa”.

Además, ha destacado que el país enfrentará esta última semana ”la elección más fraccionada de su historia”.

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