(Composición: El Comercio)
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Roger Hernández Sánchez

A tan solo un puñado de kilómetros de distancia, (Perú Libre) y (Fuerza Popular) lideraron este sábado actividades de campaña que, aunque teóricamente obedecían a la estrategia particular de cada candidato, fueron anunciadas para un propósito distinto al que finalmente se observó.

En medio de pancartas, polos y banderas alusivos a su agrupación, Castillo recorrió las calles de La Victoria en una convocatoria que horas antes había sido informada como la presentación de su plan de gobierno para los primeros 100 días de una eventual gestión suya. Tras caminar decenas de cuadras, el postulante improvisó una concentración en la que mostró una parte de su nuevo equipo técnico y que no profundizó en sus propuestas.

En simultáneo, al sur de la Lima, al lado del frontis del penal anexo de Mujeres de Chorrillos, un estrado fungió de escenario para que la candidata del partido naranja aguarde por poco más de media hora la realización de un debate que, ante la ausencia de su adversario, se convirtió en un mitin. La principal particularidad del evento fue la presencia de su hermano, el excongresista Kenji Fujimori.

 (Fotos: Jessica Vicente/@photo.gec)
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A solo tres semanas de la realización de la segunda vuelta, los postulantes a Palacio de Gobierno han empezado a mostrar sus principales cartas, aunque los ajustes y los escollos planteados por la contienda, como los vistos este sábado, también han estado a la orden del día, y no siempre con los mejores resultados para ambos contendores.

El error como constante

El camino al 6 de junio ha estado marcado por equivocaciones de diverso calibre. Así lo reconoce el analista político Luis Nunes, quien recuerda que el debate realizado en Chota (Cajamarca) el pasado 1 de mayo y el frustrado encuentro de este sábado fueron convocados por el propio Pedro Castillo.

Si hay una estrategia ahí es difícil ver a dónde nos conduce. Dijo que presentaría un plan de 100 días y un equipo técnico, pero aparentemente estuvo dando vueltas [por La Victoria]. Hizo una presentación muy improvisada”, cuestiona Nunes en conversación con El Comercio.

Este hecho es trascendente a raíz de que Castillo no solo tenía ventaja en las encuestas, sino que se mostró reacio a participar en eventos que él mismo propició. “Tiene que hacer varios ajustes fuertes. El primero es dejar de anunciar cosas que finalmente no va a cumplir”, añade.

El politólogo José Incio coincide en dicho punto. A su consideración, no se ha notado una estrategia por parte de Castillo para reducir la incertidumbre que envuelve sus propuestas, pero esta equivocación no ha sido ajena a su rival, puesto que ella “deja en claro que su gestión se va a parecer mucho a la de su padre más que a una nueva versión de un fujimorismo concertador”. En este acápite, el problema de Keiko Fujimori no se limitaría a estrategias, sino a los pasivos del último quinquenio.

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Incio apunta a que la crispación política de los últimos años, que tuvo como protagonista a la bancada de Fuerza Popular, han “quemado capital político” de su lideresa, lo que hace que para ella estas elecciones sean más dificultosas que las anteriores. Esto no habría sido aminorado con las últimas adhesiones del equipo técnico naranja ni tampoco con las declaraciones de la aspirante presidencial.

“Mientras los errores de él generan más dudas, los de ella erigen certezas de cómo sería su gobierno. Esta campaña significaba una colina más empinada para Keiko Fujimori. El hecho de llamar a Jorge Baca Campodónico y otras personas que representan un fujimorismo del que ella podría desligarse son un problema. Su crecimiento se debe más a los errores del otro que a las virtudes de ella”, expone Incio a este Diario.

La politóloga Kathy Zegarra reconoce una estrategia marcada por parte de Keiko Fujimori en conducir a los votantes a pensar en que no votan necesariamente por ella, “sino por el Perú”, trazado que le ha dado un balance de resultados positivo. Según aduce, el crecimiento de su popularidad en los sondeos se debe a que “busca que la imagen de su partido no tenga tanto protagonismo”.

Sobre esto, también identifica que hay una parte de esta estrategia que se desprende directamente en contra de Castillo, pues no solo Fuerza Popular y sus aliados están haciendo una contracampaña contra él, “sino también un grupo organizado de empresas y ciudadanos que están colmando Lima con carteles que dicen que él es cercano al comunismo y la debacle”.

En todos los casos, al menos hasta esta semana en la cual Perú Libre empezó activamente a presentar algunos respaldos y cuadros políticos, la respuesta de Castillo no ha sido lo suficientemente articulada.

Giro de tuerca

Los tres politólogos no dudan en afirmar que Pedro Castillo es responsable por el achicamiento de su ventaja. Sin embargo, su ascenso en el epílogo de la primera vuelta y que lo colocó en la parte final de estas elecciones pueden significarle una esperanza de cara a detener la tendencia ascendente de su adversaria.

Kathy Zegarra apunta a que la estrategia del postulante de Perú Libre debería estar relacionada a capitalizar las oportunidades basadas en las debilidades de Fujimori Higuchi. Una muestra de esto sería adoptar un rol más activo cada vez que ella efectúe comentarios sobre la lucha anticorrupción, tomando en cuenta el proceso que le sigue el equipo especial Lava Jato.

Castillo ha perdido muchísimas oportunidades. Cada vez que Keiko habla sobre la corrupción, él podría comentar la lista de sentenciados relacionados al fujimorismo. Él necesita voceros, necesita una mejor organización y eso significa cambiar su estrategia de campaña. Ya está con el tiempo en contra porque esto toma tiempo. Sería una buena estrategia relacionarse con grupos antifujimoristas o grupos institucionalizados feministas que están en contra de Fuerza Popular no solo por las esterilizaciones forzadas, sino también por los daños hechos contra la democracia”, apunta.

Incio, por su parte, considera que el postulante de Perú Libre ha dejado entrever que su equipo ha sido incapaz de lidiar con una candidata “con un equipo más grande y con más experiencia”.

“Esos errores se pagan caro. La experiencia política ayuda a que el error del otro lo potencie más. Castillo se ha estancado y eso ha reducido la distancia, porque Fujimori ha logrado convencer a varios indecisos. Él tenía un camino más sencillo y solo debía dar algunas señales para alargar su distancia”, insiste.

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Por su parte, Luis Nunes refuerza lo dicho por su colega, pues aduce que varias de las personas y agrupaciones que le han expresado su respaldo a Castillo, como Verónika Mendoza (Nuevo Perú) o Marco Arana (Frente Amplio), “aparentemente le han sugerido darle orden a la campaña, ya que ellos han vivido otras más”.

En contraste, el analista afirma que el caso de Keiko Fujimori está más cercano a ajustes livianos a la estrategia política ya mostrada, por lo cual esta podría orientarse a concretar cuáles son las propuestas de cada tema que le preocupa a la ciudadanía y que son urgentes de atender.

“Parte de su estrategia debe pasar por soltarse más. Este sábado Kenji tuvo un discurso más afectuoso, carismático, empático [que el de ella]. A veces Keiko no consigue eso. Debe soltarse. Y también creo que Fujimori podría aportar por ser firme en torno a sus propias propuestas”, calcula.

A solo una semana del debate de equipos técnicos (23 de mayo en Lima) y dos del de candidatos presidenciales (30 de mayo en Arequipa), El Comercio publicará el primer simulacro de votación de Ipsos. Lo cierto es que de momento resulta tarea complicada vaticinar cuál será el desenlace de esta contienda. Brindar confianza para convencer dependerá únicamente de sus protagonistas.

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