Pedro Castillo y Keiko Fujimori disputan la segunda vuelta electoral. (Foto: Renzo Salazar /@photo.gec)
Pedro Castillo y Keiko Fujimori disputan la segunda vuelta electoral. (Foto: Renzo Salazar /@photo.gec)

Los últimos cinco años han demostrado que los vicepresidentes pueden jugar un rol clave en el gobierno, sobre todo en épocas de crisis política. Por ello los candidatos en las planchas de (Perú Libre) y (Fuerza Popular) también juegan un rol protagónico en este balotaje.

Castillo postula solo con su candidata a la primera vicepresidencia, Dina Boluarte. La candidatura de Vladimir Cerrón a la segunda vicepresidencia fue declarada improcedente en la primera vuelta, debido a su sentencia por negociación incompatible. Boluarte –cuya postulación al Congreso fue declarada improcedente– no registra experiencia en cargos de elección popular, aunque en su hoja de vida indicó que su último trabajo fue en el Reniec.

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Los miembros de la plancha de Keiko Fujimori no solo se mantienen en carrera, sino que también resultaron elegidos el 11 de abril: Luis Galarreta será parlamentario andino; y Patricia Juárez, congresista. Ambos tienen experiencia previa en cargos de elección popular: Galarreta como regidor y legislador (presidió el Parlamento en el período 2017-2018) y Juárez fue teniente alcaldesa de Lima, incluso reemplazó en diversas sesiones del concejo al entonces burgomaestre Luis Castañeda Lossio.

El cargo de vicepresidente no es remunerado, pero ocupar un puesto en otra entidad puede ser clave, ya sea en el Congreso o en el Gabinete Ministerial. En el 2016, el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski tenía a Mercedez Araoz en el Congreso y, a Martín Vizcarra, en un inicio como ministro y luego como embajador. Una vez que PPK renunció en el 2018, Vizcarra lo sucedió en el cargo, desde donde disolvió el Parlamento en el 2019 y luego fue vacado en el 2020.

Con un Congreso tan fragmentado, los escenarios de vacancia pueden repetirse en el período 2021-2026, por lo que los vicepresidentes podrían terminar asumiendo la conducción del gobierno.

En paralelo

Para el politólogo José Incio, Castillo se encuentra en una posición más débil que Fujimori, debido a que la lealtad del partido Fuerza Popular es más directa que la influencia que pueda ejercer alguno de sus vicepresidentes.

“Lo que se debe analizar es la palanca que tendrá Cerrón para presionar o influenciar en un escenario donde Castillo quiera alejarse y qué posición tomará Boluarte. También toca ver a la sección de la bancada alineada a Cerrón y si será una carta política para ejercer influencia en Castillo”, dijo Incio.

Boluarte se afilió a Perú Libre en setiembre del 2020, aunque en el 2018 postuló con el mismo partido, a invitación de Cerrón, a la Alcaldía de Surquillo. Recién en las dos últimas semanas ha tenido más visibilidad en la campaña. “Es lamentable no haber sacado a Boluarte antes. Ha tenido la cercanía que le falta a Castillo. Puedes ser bueno en la plaza, pero eso no te hace cercano”, advirtió la politóloga Paula Távara, quien agregó que Boluarte sería la vocera en un eventual gobierno de Castillo.

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Núcleo duro

Incio recalcó que Galarreta y Juárez tienen liderazgo propio y lo que se podría ver son fricciones internas por saber quién puede influenciar más en Fujimori.

“Keiko va a cerrar su círculo de confianza, que no pasa por sus vicepresidentes o congresistas, sino por personas externas a las que escucha más. Juárez no pertenece al núcleo duro y puede ser que arme grupo con los legisladores nuevos”, estimó el politólogo.

Távara acotó que ambas figuras buscarán un rol protagónico de articuladores, tanto dentro como fuera del partido fujimorista.

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