Litros de cerveza, kilos de salchichas y los trajes regionales a punto: comienza la cuenta atrás de la edición 180 de la gran Fiesta de la Cerveza de Múnich.

Más de seis millones de sedientos bebedores de cerveza mirarán con cariño al alcalde de Múnich, Christian Ude, cuando ataviado con los tradicionales pantalones de cuero bávaros abra mañana a mediodía el primer barril de cerveza al grito de Ozapft is (¡ya está abierto!), señal de que ha comenzado la gran Fiesta de la Cerveza (21 de setiembre al 6 de octubre).

Para el famoso alcalde socialdemócrata será su última vez ya que no podrá volver a concurrir en las elecciones de marzo de 2014 por motivos de edad. Sin embargo, no se muestra triste por ello. No hay espacio para estar triste, declaró el político de 65 años.

La melancolía llegará cuando se apaguen las luces del recinto después de 16 días. En ese momento es posible que acabemos llorando, reconoció.

“LA MAYOR FIESTA POPULAR DEL MUNDO” La ciudad lleva semanas preparándose para la tradicional apertura del barril a las 12 del mediodía y las 12 salvas de cañón que dan luz verde a que comience a correr la cerveza.

Mientras, el domingo, miles de asistentes se vestirán con trajes típicos y desfilarán los siete kilómetros que van del palacio Maximilianeum hasta el recinto en el Theresienwiese o Prado de Teresa donde se celebra el festival, en uno de los mayores desfiles de este tipo en el mundo.

A lo largo de dos semanas Oktoberfest volverá a demostrar por qué se autoproclama como la mayor fiesta popular del mundo con una nueva edición, en la que cada visitante se gastará una media de 68 euros.

En la última edición los fanáticos de la cerveza se gastaron un total de 435 millones de euros y reportó a la ciudad 275 millones de euros en compras, transporte, etc.

El sector hotelero también se frota las manos ante la afluencia de visitantes. En 2012, los visitantes supusieron unos ingresos de 400 millones de euros.

¿CUÁNTO SE COMSUME? A lo largo de los 345.000 metros cuadrados del Theresienwiese, también conocido por los muniquenses como el Wiesn, 141 empresas se encargarán de que la cerveza no falte.

El recinto cuenta con 114.000 sitios para sentarse a la mesa, donde la mayor carpa es la de la mítica cervecería de Múnich Hofbräu, donde cerca de 10.000 personas podrán brindar y cantar al mismo tiempo.

En esta ocasión serán atendidos por unas 13.000 personas, entre taberneros ataviados con los famosos Lederhose (pantalón de cuero), camareras vestidas con los tradicionales dirndl, un corpiño muy ajustado que resalta el pecho femenino, y cocineros.

Todos ellos se encargarán no solo de saciar la sed de los visitantes, sino también su hambre. En 2012, se comieron 116 bueyes, 508.958 pollos asados, 115.015 salchichas, 58.697 patas de cerdo, 85 terneros y 3,8 toneladas de pescado.

Sin embargo, como cada año, los presentes verán cómo los precios siguen con su tendencia alcista. Los precios de la jarra de cerveza subirán entre los 9,40 y 9,85 euros, acercándose peligrosamente a la barrera de los diez.

El evento celebrado desde 1810 en Múnich, sur de Alemania, surgió con motivo de la celebración del matrimonio del príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Altenburgo. Desde entonces la fiesta evolucionó hasta convertirse en todo un símbolo de Múnich y de Alemania en el extranjero.