El festival anual de la carne de perro que hoy celebra la ciudad de Yulin, en la región autónoma de Guangxi, ha dividido las opiniones de la ciudadanía China. En el evento se sacrifican cerca de 10.000 cachorros para satisfacer los paladares humanos.
Conocido como el Festival de la carne de perro y los lichis (fruta china de pulpa blanca), el evento en Yulin se celebra de acuerdo con el calendario lunar y tiene como plato principal la carne de perro a la cacerola, junto a los lichis de temporada y el licor de grano.
Los pobladores de Yulin mantienen la idea de que si en verano se come carne de perro, el viento del oeste cambia de ruta y se va; es decir, que gracias a esta carne se logra evitar la invasión de las enfermedades.
Este año el festival ha avivado el debate entre los internautas chinos y el activismo de las asociaciones protectoras de animales, una veintena de las cuales ha emitido un documento conjunto urgente para pedir la prohibición del consumo de esta carne.
El documento denuncia la matanza de perros para el festival y un mercado negro de esta carne, además de graves deficiencias en la inspección y cuarentena, por lo que demanda al Gobierno de Yulin que cancele el festival, disminuya o limite el consumo de esta carne.
OPINIONES DIVIDIDAS El debate se extiende a las redes sociales chinas, en las que las opiniones están dividas entre aquellos que consideran que no hay nada malo en preservar esta tradición y quienes están en contra del consumo de carne de perro.
Los que se oponen consideran que el consumo de esta carne es brutal e inhumana, mientras que los que apoyan el festival igualan la ingesta de esta carne con la del pollo, cerdo, o res.
Comer carne de perro es una costumbre alimenticia entre los ciudadanos, no es ilegal y no tiene relación ni contradice la moral, opinó por su parte el subdirector del Centro de Investigación de la Cultura y Costumbres de Guangxi, Xie Pingxiang, según la agencia oficial china Xinhua.
Un funcionario de la ciudad de Yulin declaró, por su parte, que hasta el momento no existe ningún documento para prohibir el consumo de carne de perro y agregó que cambiar una costumbre de miles de personas necesita tiempo.
Según los medios chinos, desde hace varios días en los mercados de Yulin se pueden ver filas de canes sacrificados y carne de perro cocida, que se vende, por kilo, en torno a los 60 yuanes (9,7 dólares, 7,50 euros).
En 2011, la ciudad de Jinhua, en la provincia oriental de Zhejiang, y ante el debate en la opinión pública canceló el festival de carne de perro que celebraba desde hace más de 600 años.