Algunos de nuestros hábitos en la cocina vienen por herencia o por referentes externos, como las películas. Quién no recuerda alguna escena durante una “barbacoa” de film hollywoodense, en la que el padre sonriente apoya su espátula sobre las jugosas hamburguesas rodeadas de salchichas y colocadas hermosamente en la parrilla. No obstante, esta imagen dista mucho de la realidad.

Estas son las seis razones por las que jamás se debe presionar las carnes sobre la parrilla:

1. Al presionarlas, las carnes botan todos sus jugos, por lo que al terminar la cocción quedan secas y planas.

2. Una carne que queda seca, evidentemente, también queda dura. Así que para no arruinar la dentadura de tus invitados, es mejor facilitarles las cosas.

3. Estos mismos jugos caen sobre las brasas y originan una flama alta, que puede quemar uno de los lados de la carne.

4. La corteza que se forma en el lado que está sobre las brasas no retendrá los sabores naturales de la carne una vez que la voltees, y tendrá un sabor a carbón que perjudicará el producto final.

5. Debido a la presión, la carne se pegará a la parrilla, lo que hará más difícil voltearla. En el caso de las hamburguesas, incluso, es probable que estas terminen desarmándose.

6. Evidentemente, la carne quedará aplastada, por lo que su aspecto será menos apetecible.

Recuerda también que los tiempos de cocción varían de acuerdo al tipo de carne o ingrediente que pongas sobre la parrilla, a su ubicación sobre esta y a si empleas alguna marinada para la preparación.

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