Barack Obama y Michelle Obama durante una visita a Irlanda en mayo del 2011. (Foto: AP)
Barack Obama y Michelle Obama durante una visita a Irlanda en mayo del 2011. (Foto: AP)

En Estados Unidos, el Da de Elecciones y el beber van juntos como el gin y el agua tnica, o como despertarse a la maana siguiente y tragarse el doble de la dosis recomendada de ibuprofeno.

En la actualidad con lo cual quiero decir especficamente hoy, 8 de noviembre, el punto culminante de una temporada de campaa histricamente ptrida, los ciudadanos estadounidenses tienen ms razones que nunca para buscar refrescos de adultos. Es un deber patritico, por cuanto implica participar en una tradicin nacional ms antigua que la propia nacin.

Ofrecer alcohol al pblico en elecciones era una costumbre colonial tomada de Inglaterra, escribe el distinguido psicofarmaclogo Ronald K. Siegel en su libro, Intoxication: The Universal Drive for Mind-Altering Substances (Embriaguez: el impulso universal en busca de sustancias que alteran la mente). George Washington no respet esta tradicin en su candidatura de 1755 a la Cmara de los Burgueses de Virginia. Los votantes criticaron su falta de hospitalidad. Rehusndose con valenta a cometer dos veces el mismo error, Washington se atuvo a la costumbre. En 1758, escribe Siegel, Washington entreg 144 galones de ron, ponche, vino, sidra seca y cerveza; recibi 307 votos, ms de dos votantes por galn. El resto es historia estadounidense para los cursos avanzados.

En los das iniciales de Estados Unidos, en la dcada de 1800, la conexin entre el voto y la botella se fortaleci. A mediados del siglo XIX se vivi una epidemia de cooping, recientemente descrito por el Atlas Obscura como una operacin de sacar personas a votar en la cual pandillas violentas secuestraban a los votantes, les daban alcohol o drogas y los obligaban a votar mltiples veces vestidos con varios disfraces. Aproximadamente en la misma poca, Tammany Hall de Nueva York y los de su calaa se esmeraron en aportar diversin al sistema poltico por partidos: los jefes polticos operaban locales de votacin en sus propias tabernas.

Si la actual competencia Clinton-Trump lo ha puesto nostlgico de los das en que uno poda simultneamente ejercer el derecho a votar y metabolizar el alcohol, humildemente postulo el cctel Old Fashioned o a la antigua.

Es al mismo tiempo una bebida dura y elementalmente bella. Es una de las estructuras bsicas de cctel clsico, explic Gates Otsuji, jefe de bar de Standard Hotels, de Nueva York. Cuando uno piensa en el cctel Old Fashioned, es como retrotraerse en el tiempo.

Esta dinmica es especialmente cierta en poca de elecciones. Cuando la palabra cctel por primera vez apareci impresa, era para referirse a esta bebida, un debut que se produjo en el contexto de emitir votos. En 1806, el editor de un diario llamado The Balance and Columbian Repository, de Hudson, estado de Nueva York, respondi a un lector confundido por una mencin circunstancial de cock-tail:

Cock-tail, entonces, es un licor estimulante, compuesto de alcoholes de cualquier tipo, azcar, agua y bter. Se supone que es una excelente pocin para la votacin por cuanto endurece el corazn y envalentona, a la vez que embriaga la cabeza. Se dice que es, tambin, de gran uso para un candidato demcrata: porque, despus que una persona ha tragado un vaso de l, est dispuesto a tragarse cualquier otra cosa.

Adems, la tradicin del Old Fashioned es democrtica con d minscula: diversa y pluralista. Si bien se lo prepara tpicamente con centeno o bourbon, funcionar con cualquier otro licor de base; las alternativas famosas incluyen el brandy, el ron y el aguardiente de manzana que templ gratamente a los soldados de Washington en el ro Delaware.

Ms aun, es uno de esos ccteles que son perfectamente aceptables de armar en el vaso que, por supuesto, es un vaso anticuado.

Al sealar que es apropiado dejar a un lado el vaso mezclador, estoy tambin tratando de insinuar que el Old Fashioned sobrevivir al desinters del barman hogareo por el control de calidad segn avanza la noche de las elecciones. Como la repblica, marcha adelante.

(Fuente: Bloomberg)

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