El consumo de gaseosas en Estados Unidos, que ha bajado desde 2005, cayó a su nivel más bajo desde 1996 debido a que una mayor cantidad de consumidores optaron por alternativas, según el boletín Beverage Digest.
Los descensos ocurren en medio de una fuerte atención del papel de las gaseosas como causa de obesidad y problemas de salud relacionados. Destaca el caso de la ciudad de Nueva York, que trató de limitar el tamaño de las bebidas altas en calorías, aunque un juez anuló la medida a comienzos de mes. Al mismo tiempo, la acaudalada industria de bebidas carbonatadas ha repelido exitosamente impuestos propuestos sobre las bebidas gaseosas en varios municipios.
La gaceta comercial también encontró que el ritmo de descenso en la venta de las bebidas carbonatadas se ha acelerado. El volumen de ventas bajó 12% el año pasado, comparado con una caída de 1% en 2011 y una reducción de 0,5% en 2010.
Las ventas de bebidas gaseosas en Estados Unidos crecieron en torno a un 3 por ciento al año en la mayor parte de los 90, pero comenzó a desacelerarse en 1999. Las ventas han estado descendiendo desde el 2005.
INDUSTRIA PODEROSA A pesar del declive, los refrescos aún representa el mayor segmento de mercado en bebidas no alcohólicas. Además, pese a que las ventas disminuyeron, un aumento de 3% en el precio de las gaseosas ayudó a que se incrementaran las ganancias en un 1,8%.
La venta total de bebidas subió en un 1%, alcanzando así los 15.400 millones de envases. La venta de bebidas carbonatadas representó 9.200 millones de esos envases. Los consumidores están bebiendo cada vez más agua embotellada, té y energizantes.
Y aunque las costumbres han cambiado, no ha ocurrido lo mismo con los fabricantes: Coca-Cola Co. tiene 34% del mercado; PepsiCo Inc. 26,3%; Dr Pepper Snapple Group Inc. 11% y Nestle Waters 10,2%.