AZUCENA LEÓN TORRES

Llegó a Chile en 1992, con la idea de visitar por cinco días ese país, pero encontró una oportunidad de negocios que lo ha hecho prolongar su estadía por 23 años. Ahora, Marco Luis Barandiarán, al mando de la cadena de restaurantes Barandiarán, no parece tener intenciones de irse, consolidado como uno de los empresarios de restaurantes más importantes en el vecino del sur.

¿Qué factores cree que han impulsado el crecimiento de su cadena? En una primera etapa fue la colonia de inmigrantes peruanos que llegaron a Santiago y provocaron una fuerte demanda por mis restaurantes. Luego, yo diría que el ‘boom’ económico que vivió Chile durante las dos décadas pasadas. Cuando llegué, en los 90, el país experimentaba un crecimiento tan boyante como el que ocurre hoy en el Perú, con la economía expandiéndose a un ritmo de 6% o 7% al año. Esa ha sido la base del éxito de todos los negocios allá.

Tendrá ocho locales al cierre del 2013, saldrá de Santiago e irá al interior, ¿cuál será su estrategia de crecimiento a futuro? En la capital de Chile tengo cuatro locales y la idea es ir a Iquique y Antofagasta, en provincias, y luego internacionalizarnos e ir a Curitiva y Sao Paulo, en Brasil. La gastronomía peruana es una marca consolidada en Chile, nos ha integrado a ese país de tal forma que el concepto Perú –algo que va mucho más allá de la comida– es parte de él.

¿Un ejemplo? La procesión del Señor de los Milagros. Cuando llegué íbamos 20 personas, ahora somos miles.

Usted apuesta por las franquicias, ¿es este el modelo de negocio para expandirse en Chile? Depende, pero sí te puedo decir que es un modelo que los peruanos estamos usando, igual que las alianzas entre cocineros del Perú e inversionistas de Chile. Estamos muy integrados.

EL ENTREVISTADO EDAD 51 años. ESTADO CIVIL Casado. HOBBY Le gusta el cultivo de plantas y flores ornamentales, además de la crianza de peces kois. ESTUDIOS Administración en el INACAP de la Universidad Tecnológica de Chile. EXPERIENCIA Fue cocinero de la Embajada del Perú en Chile. También trabajó en el restaurante peruano El Otro Sitio, en Santiago.