Tabla de picar: la fuerza de la tradición
Tabla de picar: la fuerza de la tradición
Catherine Contreras

El Domingo de Ramos último, doña Rosario Imaz Sosa no pudo celebrar su tradición. Confinada en el segundo piso de su casa, la septuagenaria cocinera cataquense tiene cerrada su picantería: el lunes 27 de marzo La Chayo se convirtió en uno de los tantos locales damnificados por el desembalse del río Piura, que inundó todo Catacaos. 

Ese día el local estuvo cerrado en prevención de la crecida del río, pero nunca se imaginó que el agua llegaría a tapar las mesas y parte de los equipos de este emblemático rincón, pilar de tradiciones como la que cada Semana Santa reafirma el fervor de los norteños, en su fe y en su gastronomía. Como dicta su costumbre, la malarrabia se sirvió desde el primer viernes de Cuaresma, hasta que pasó lo que pasó. 

Al teléfono, la 'Chana' –Roxana Cruz Sernaqué, la nuera que cocina con la 'Chayo'– nos dice que su suegra está bien (hace un mes fue operada de la rodilla), pero la picantería no. Ya son 15 días que su local está cerrado. Y acelerando los trabajos de limpieza calcula que podrían reabrir al público recién la próxima semana. 

Cobijados en su religiosidad, representada en esa procesión de Semana Santa que sí recorrerá las calles derruidas de Catacaos, los damnificados han empezado su recuperación. La 'Chana' toma este ejemplo para aplicarlo en la picantería. Nos dice que el Viernes Santo no sería tal si en las mesas de Catacaos no se sirve la malarrabia. Su voz se anima y anuncia que la picantería La Chayo sí debe preparar malarrabia: atenderán a quien los llamen y servirán a quienes lleguen. La fuerza de la tradición se fortalece. Que así sea.

NOTA: En Piura, La Chayo atenderá por pedidos al teléfono (073) 370121.

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