Crea espacios para que tú y tu hijo puedan tener una conversación cómoda y sin distracciones. (Foto: Freepik)
Crea espacios para que tú y tu hijo puedan tener una conversación cómoda y sin distracciones. (Foto: Freepik)
Redacción EC

Crear vínculos sanos y cercanos con es esencial ya que nos permite conocerlos mejor. También es una herramienta valiosa para proteger su seguridad, pues al tener la confianza de abrirse y expresarse con normalidad ante nosotros, nos ayuda a saber con quienes interactúa y qué cosas realiza o le ocurren durante el día a día.

Aunque a veces no sea una tarea fácil, más aun si tenemos adolescentes en casa, ganar su confianza no es tarea imposible. Si notas que tu familia carece de comunicación, es ideal que pongas estos consejos en marcha, ten por seguro que la relación con tus pequeños marchará mejor que nunca.

Todo empieza en la niñez

Cuando los hijos son pequeños suelen estar mucho más pegados a mamá y a papá, esta es la oportunidad perfecta para sentar las bases de su confianza. Ponle interés a sus historias y ofrécele tu opinión y ayuda con relación a una situación o hecho que le sea difícil. También puedes optar por crear espacios para dos, como leer un cuento juntos antes de dormir o salir a dar un paseo al parque. Recuerda que mientras más niños son, más sencillo es capturar su atención.

Sé empática

Al igual que los adultos, los niños y adolescentes tienen sus propios problemas, miedos y preocupaciones que lo inquietan. En lugar de minimizar sus sentimientos, ponte en sus zapatos y ofrécele tu apoyo. Con esta acción le harás saber te importan sus emociones y le dará la seguridad de poder contar contigo en todo momento.

Respeta su privacidad

Así como a ti no te gustaría que tus intimidades sean divulgadas, tampoco a tu hijos. Muchas veces caemos en el error de contar a otros miembros de la familia lo que únicamente te confió a ti, generando el menor vergüenza y desconfianza. Si te cuenta algo y te pide ser prudente con la información, respeta su privacidad y dale tu palabra de que no vas a hacer lo contrario, claro está siempre y cuando lo que haya ocurrido no sea una situación que ponga en riesgo su integridad ni la de nadie de su entorno.

Haz valer su opinión

Pide que emita un comentario con respecto a algún hecho en particular (puede ser propio de la casa, algo que haya ocurrido con algún amigo o incluso alguna situación coyuntural), parte desde su punto de vista para generar una conversación. Además de fortalecer su sentido crítico, es la señal perfecta para confirmarle que valoras su participación y que sus opiniones son relevantes.

Dale libertad de forma gradual

Nuestros hijos no pueden vivir en una burbuja, aunque quisiéramos. Debemos dejar que experimenten diversas situaciones, por lo que es apropiado darle cierta libertad (acorde a su edad), pero enseñándole a administrarla con responsabilidad.

Crea espacios para conversar

Muchas veces pasamos largas horas fuera de casa y cuando por fin retornarnos nos involucramos en las tareas domésticas. No obstante es importante encontrar un balance y reservar un tiempo especial para dialogar con tu pequeño. Destina un día y hora a la semana para entablar con él una conversación sobre cómo le ha ido en la semana.

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