No olvidemos que los pirotécnicos también contaminan el medio ambiente. (Foto: Freepik)
No olvidemos que los pirotécnicos también contaminan el medio ambiente. (Foto: Freepik)
Redacción EC

Las celebraciones de fin de año deberían ser un momento de gozo y esperanza. Sin embargo, cada año hay víctimas debido al uso de la pirotecnia. Aunque el juego de luces y los colores son un espectáculo simpático, manipular pirotécnicos de manera indiscriminada podría ocasionar accidentes tanto para quien lo manipula como para las personas que se encuentran en el entorno. Asimismo, el sonido que desprenden una vez que estos se activan resulta perjudicial para personas con autismo y para las mascotas.

Por estos y otros motivos que te detallaremos a continuación, te explicamos por qué tus no deben manipular fuegos artificiales.

Es peligroso incluso si no lo está manipulando

Los se activan con el calor, si tu pequeño lo tiene guardado en sus bolsillos o en algún otro lugar expuesto a altas temperaturas, pueden prenderse inmediatamente y ocasionar fuertes lesiones. Más aún cuando estos elementos han sido adquiridos en lugares informales y que no cuentan con certificación de garantía.

Ocasionan pérdida del oído

El oído es uno de los órganos más sensibles que posee el ser humano, por lo que debemos también preocuparnos por su bienestar. El ruido ensordecedor que provocan los pirotécnicos podría dar como consecuencia la pérdida de la audición de tu pequeño, recordemos a diferencia de los adultos, los son aun más sensibles a ciertos estímulos.

Producen lesiones severas

Emplear pirotécnicos sin un conocimientos previo es aún más peligroso, pues el tiempo que toma en prenderse es muy breve, por lo que podría ganarle el tiempo y estallar frente al menor. Esto podría producirle lesiones severas, quemaduras de tercer grado, mutilaciones e incluso costarle la vida. En tanto, a pesar que el menor no esté realizando el acto, pero sí se encuentre como espectador, la llama también podría alcanzarlo.

Perjudica a las mascotas

Los animales tienen un sistema auditivo mucho más sensible que los seres humanos, por lo que ellos pueden percibir los sonidos incluso si se encuentran a una distancia considerable. Además, no diferencian el sonido de los objetos y relacionan el ruido de los cohetes con una amenaza. Este hecho altera su sistema nervioso y le ocasiona taquicardia.

Afecta a los niños con autismo

Según especialistas, ocurre porque los menores con espectro tienen una mayor sensibilidad en el sistema auditivo. Por lo que el ruido de los pirotécnicos le produce una sensación de terror y activa el pánico en ellos.


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