Lo adecuado es visitar un odontólogo a fin de que recete el tratamiento ideal para el malestar y que se adecue al estado del embarazo. (Foto: Freepik)
Lo adecuado es visitar un odontólogo a fin de que recete el tratamiento ideal para el malestar y que se adecue al estado del embarazo. (Foto: Freepik)
Redacción EC

Durante la dulce espera, las mujeres atraviesan por una ruleta rusa de alteraciones que influyen en su estado físico y que muchas veces suelen despertar algunas afecciones que anteriormente nunca habían padecido. Hablamos mucho de cómo cambia el cuerpo y la, pero también existen otras zonas del organismo poco tocadas que reaccionan en el periodo de gestación.

La cavidad bucal, por ejemplo, es un área que responde al impacto del y sus consecuencias se acentúan en los dientes. La gestante puede tener una dentadura impecable y libre de caries cuando de pronto comienza a sentir un malestar poco usual que incrementa con el paso de los días y no es hasta que el dolor se vuelve insoportable que comienzan a buscar respuestas. Pues bien, podríamos estar frente a un caso de sensibilidad dental.

¿Por qué se desarrolla?

Aunque es un síntoma poco frecuente, existen mujeres que lo presentan. Al igual que las otras alteraciones, el shock hormonal es uno de los factores que influyen en su aparición. Las hormonas que se presentan durante el periodo de gestación impactan en la dinámica habitual de tu cuerpo para combatir todo aquello que puede afectar el organismo. Tu reacción ante la amenaza de las bacterias suele no ser la misma, por lo que las vuelve más propensas a ingresar al cuerpo y detonar, en los dientes, episodios de infección periodontal.

La acumulación de la placa bacteriana desencadena la aparición de gingivitis. Los expertos señalan que un 60 a 75% de las futuras madres lo padece y ocurre entre el tercer y octavo mes.

El aumento de los niveles hormonales también desencadena las náuseas, dando pie al vómito. Se ha comprobado que al expulsar lo que hay en el estómago se liberan ácidos que deterioran el esmalte de los, ocasionando sensibilidad en la zona.

Durante los nueve meses de gestación, el flujo sanguíneo se incrementa considerablemente, ya que el cuerpo ahora tiene doble trabajo: el bebé y la madre. Esto ocasiona que las encías se inflamen y se vuelvan muy sensibles. Por eso, de pronto las mujeres tienden a tolerar poco los alimentos muy fríos o muy calientes.

¿Qué puedes hacer?

Cuando se presentan estos síntomas, lo adecuado es visitar al odontólogo para que prescriba un tratamiento que vaya acorde al periodo en el que te encuentras. De igual forma, la receta tiene que estar validada por tu médico tratante.

No obstante, se puede valer de herramientas que ayudarán a profundizar la higiene bucal: un cepillo de cerdas suaves, un colutorio para limpiar las zonas que son difíciles de cepillar y un dentífrico que posea componentes desensibilizantes.

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