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A 35 años del atentado contra el Papa Juan Pablo II - 3
Lilia Córdova Tábori

Dos disparos rompieron la tranquilidad de la plaza San Pedro. Eran las 5:17 p.m. de un miércoles 13 de mayo de 1981 cuando el Papa fue herido gravemente por las balas de un terrorista turco.

Minutos antes, Juan Pablo II saludaba y tomaba en sus brazos a algunos niños; mientras recorría en su vehículo de color blanco la plaza San Pedro, donde habían unas 10 mil personas. 

“El Papa extendía sus brazos hacia la multitud cuando repentinamente escuchamos dos disparos”, comentó un testigo. 

El Sumo Pontífice cayó dentro del vehículo con su vestimenta blanca salpicada de sangre. Herido en el abdómen y el brazo y la mano izquierdas, el Papa Juan Pablo II fue trasladado en una ambulancia al Policlínico Gemelli, de Roma, donde fue operado de emergencia.

La intervención quirúrgica duró tres horas debido a que una bala atravesó su abdómen y fue necesario hacer una colostomia temporaria. Su estado era de pronóstico reservado. En todo momento el Papa estuvo consciente.

En Lima el presidente Fernando Belaunde y el cárdenal Juan Landázuri Ricketts condenaron el ataque. En Varsovia, Polonia, unas 50 mil personas rezaron por la salud del Papa frente a la catedral de Santa Ana.

¿Quién era el atacante?

La policía italiana capturó a Mehmet Ali Agca, terrorista turco, quien usó una pistola automática Browning de 9 m.m. para atarcar al Papa Juan Pablo II. En el hotel donde se hospedaba, la policía encontró una nota escrita a mano en que asumía la responsabilidad del atentado.

Ali Agca de 23 años era un prófugo de la justicia de su país. En febrero de 1979, el terrorista de ultraderecha había asesinado al director del periódico Milliyet, uno de los más prestigiosos de Turquía. Fue capturado en julio de ese año. Mientras esperaba ser condenado, Ali Agca fugó de la prisión militar.

Desde la clandestinidad, en noviembre de 1979, Ali Agca amenazó de muerte al Sumo Pontífice quien estaba de visita en Turquía. La policía extremó las medidas de seguridad.

Una milagrosa recuperación

A 24 horas del atentado y a pesar de los dolores propios de la cirugía, un lúcido Juan Pablo II se reunió con sus colaboradores, agradeció las muestras de solidaridad y, en un acto sin precedentes, perdonó a su agresor. 

“No hay rencor en él sino perdón pleno de comprensión”, dijo el Cardenal Confalonieri luego de visitarlo.

Estas declaraciones serían una antesala a la reunión que Juan Pablo II tendría con Ali Agca el 27 de diciembre de 1983. El terrorista purgaba cadena perpetua en Rebibbia, una prisión italiana de máxima seguridad.

El encuentro, que duró 21 minutos, tuvo un tono de confesión. El terrorista se arrodilló y le besó la mano. Juan Pablo II perdonó a su agresor. Minutos antes había realizado una misa para 400 de los 1.500 presos que colmaron la capilla de la prisión para asistir a la misa ofrecida por el Sumo Pontífice.

Ali Agca pasó 19 años en prisión hasta el 13 de junio del 2000 cuando es indultado en Italia y vuelve a Turquía. Pero fue encarcelado por otros delitos hasta el 2010, en que fue liberado.

En 2014 el terrorista turco regresó al Vaticano para dejar flores blancas en la tumba de Juan Pablo II. Las autoridades lo expulsaron de Italia.

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