El gran Gregory Peck cumple 100 años

El actor estadounidense Eldred Gregory Peck, o solo Gregory Peck, hubiese cumplido hoy martes 100 años de edad. Nació en La Jolla, California, el 5 de abril de 1916. Su padre fue un farmacéutico de raíces irlandesas, su madre lo dejó al divorciarse de este, por lo cual el pequeño Gregory tuvo que vivir con su abuela materna Kate Ayres.

Quizás la abuela Kate fue quien lo convenció de que el cine era su destino. Ella lo engreía y cuidaba  con cierta culpa por la ausencia de su hija (la madre del actor); y lo hizo compartiendo con él su pasión: el cine.

Por otro lado, la severidad de su padre lo llevó por los caminos de la milicia y la religión. Pero Peck prefirió el teatro, su primer espacio de crecimiento artístico y espiritual. Fue seguidor del método de Stanislavski, central en la formación de los actores de los años 40. Su meta era llegar a Broadway. El primer paso fue que la gente se olvidara de su nombre Eldred. Él era ya Gregory Peck.

La industria cinematográfica empezó a considerar no solo su porte físico, sino también su personalidad artística estructurada. Peck fue lo suficientemente inteligente para no atarse a una sola productora. Por eso firmó a la vez con RKO, 20th Century Fox, Selznick Productions y Metro Goldwyn Mayer, logrando con ello diversificar sus papeles en las cintas que lo acogieron.

¿Qué tipo de actor era Peck?

Para la mayoría era un actor clásico, sin grandes efusiones pero firme y seguro en su trayectoria personal. Alfred Hitchcock lo tuvo en “El proceso Paradine” (1947), y William Wyler en “Vacaciones en Roma” (1953) y “Horizontes de grandeza” (1957). La recordada cinta “El hombre del traje gris” (1956), de Nunnally Johnson, lo consagró, tanto como el clásico “Moby Dick” (1956), del maestro John Huston. Otro grande como Vincente Minnelli lo prefirió en la película “Mi desconfiada esposa” (1957).

En los años 60, Gregory Peck era un mito del cine clásico norteamericano. Participó en alrededor de 60 filmes en Hollywood, pero una de esas cintas lo convirtió en ganador del Premio Oscar al Mejor Actor: "Matar a un ruiseñor" (1962), del director Robert Mulligan, basada en la novela homónima que Harper Lee publicó en 1960.

Lo que más destacó la crítica cinematográfica de su tiempo fue su innegable versatilidad, con la que expresaba una curiosa y admirable combinación de fortaleza y ternura, de fuerza y suavidad en sus expresiones, gestos y movimientos. Con estos recursos fue galán al lado de íconos femeninos como Ingrid Bergman, Ava Gardner, Lauren Bacall, Sofía Loren y Audrey Hepburn, entre las principales figuras de Hollywood.

Gregory Peck se casó dos veces: en 1942 con Greta Konen Rice, una diseñadora finlandesa con la que tuvo tres hijos, uno de ellos fue el reportero de TV. Jonathan Peck, quien se suicidó de un disparo en 1975. Greta fue el amor de su juventud.

Con la madurez le vino la experiencia del divorcio. Se alejó de Greta en relativa concordia en 1954. Y a fines del año siguiente, en 1955, volvió a casarse; esta vez con la fotógrafa y periodista francesa Veronique Passini. A sus tres hijos anteriores, se sumaron dos más: Anthony (1956) y Cecilia (1958), que siguieron los pasos de su padre al dedicarse a la actuación.

Veronique estuvo al lado de su esposo ese 12 de junio del 2003, cuando a los 87 años el gran actor dejó de existir. Estaban a dos años de cumplir medio siglo de matrimonio.
Gregory Peck se fue de este mundo en paz y seguro de haber hecho lo necesario para dejar su impronta en la memoria de varias generaciones de cinéfilos.