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¿Sabías que Agosto era el mes de las cometas? - 2
Lilia Córdova Tábori

La mirada en el cielo con la boca abierta corriendo para que la colorida cometa alce vuelo. Así pasaban las tardes muchos niños que hoy son padres y abuelos. No hacía falta atrapar pokémones para pasarla bien.

Manos a la obra que se enfría el engrudo (mezcla de harina con agua que se usaba para pegar las piezas). Con mucha paciencia y destreza se cortaba la zacuara o la caña. Las varas se unían con pabilo o hilo. Luego se cortaban los papeles de seda para armar el avión o la estrella. Finalmente si quedaba tiempo se le agregaban zumbadores.

Con la cometa en mano y el viento a su favor, los niños salían a la calle. En el siglo pasado la Pampa de Amancaes era el lugar predilecto para las familias que se entregaban a este pasatiempo. El Campo de Marte, los malecones de Barranco y Miraflores; así como, parques y calles eran invadidos por grupos de chiquillos que estaban de vacaciones. 

Al final de la temporada de frío y viento, muchas cometas colgaban de los cables de luz o teléfono. La ciudad crecía y los niños fueron encontrando otros juegos con los que divertirse. Poco a poco las cometas en sus diversos modelos: aviones, estrellas, pavitas, cambuchos, entre otras fueron desapareciendo del cielo gris limeño.

De China para el mundo

La tradición de volar cometas nació en China hace más de mil años. Estas eran hechas de madera o bambú. Tenían forma de águila. Cuentan los chinos que si se soltaba una cometa en primavera, esta se llevaría todos nuestros males. También las cometas fueron usadas por Wang Kui, de la dinastía Ming, para la observación metereológica y en los estudios astronómicos.

Aunque para muchos sea desconocido, la cometa propició el desarrollo de la aeronaútica. En 1894 los hermanos Wright elaboraron una cometa de doble cuerpo para estudiarla y construir las alas de su avión. Cuando el 17 de diciembre de 1903 lanzaron el primer avión de motor, la cometa fue denominada como 'madre del avión'.

Hoy en día muchos aficionados se reúnen cada cierto tiempo en la playa Agua Dulce para volar cometas. Si estás buscando una, hay un solitario vendedor en el puente Arméndariz. 

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