La chicha de jora se presenta como una nueva forma de combatir la anemia aunque hasta el momento no se haya explorado tanto.
La chicha de jora se presenta como una nueva forma de combatir la anemia aunque hasta el momento no se haya explorado tanto.

Por: Elmo León
La Sociedad Americana de Hematología define a la anemia como la enfermedad más común de la sangre. Los glóbulos rojos transportan hemoglobina, una proteína rica en hierro que atrapa oxígeno en nuestros pulmones y lo lleva a todos los tejidos del cuerpo. La anemia aparece cuando no se tienen suficientes glóbulos rojos o cuando estos no funcionan adecuadamente. ¿Y cómo se origina? Pues bien, se debe a muchos factores, entre los que se cuentan las infecciones, las enfermedades crónicas, males hepáticos, inflamaciones e, inclusive, cáncer. En el Perú —de lejos— el principal factor es la malnutrición, un flagelo ya endémico, en particular en nuestros niños. Una mala alimentación puede ocasionar la anemia ferropénica, la enemiga del deporte y de todo esfuerzo mental y físico.

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—Un mal endémico peruano—
De acuerdo con el Ministerio de Salud, al año 2017, la anemia infantil afectaba al 43,6 % de los niños y niñas de entre seis meses y tres años, pero más aún entre los seis y 18 meses. En este último grupo, seis de cada diez niños la padecen. No obstante, el reciente esfuerzo de diversas entidades gubernamentales y privadas viene reduciendo estos índices. Lamentablemente, la anemia todavía afecta a niños, adolescentes y jóvenes, sobre todo en áreas rurales. Recordemos que la ausencia de suficiente hierro puede promover infecciones e incluso deprimir el sistema inmune.

Entre sus varios síntomas, la anemia se manifiesta por el ritmo cardiaco alterado, por mareos, debilidad y cansancio, que, evidentemente, reducen la calidad de vida de los pacientes. Si estas condiciones afectan a personas sedentarias, qué podemos esperar de los efectos en los deportistas. La anemia hace, sencillamente, imposible que niños, jóvenes y adultos puedan practicar algún deporte e impide no solo la promoción de una vida sana, sino merma la salud pública. La anemia puede impedir que nuestros atletas, que hoy coronan a nuestro Perú con tantos lauros en los Juegos Panamericanos, desarrollen sus carreras.

Kimberly García, medalla de plata en los Panamericanos.En la práctica deportiva se impone no solo una dieta balanceada sino también diseñada para cada disciplina.
Kimberly García, medalla de plata en los Panamericanos.En la práctica deportiva se impone no solo una dieta balanceada sino también diseñada para cada disciplina.

—Los deportistas necesitan más hierro—
En el caso de los deportistas de alta competencia se impone no solo una dieta balanceada sino diseñada para ellos, dado que el tremendo esfuerzo físico reduce los niveles de glóbulos rojos. Un estudio publicado en Frontiers in Physiology, por el doctor Heimo Mairbäurl de la especialidad de Medicina del Deporte de la Universidad de Heidelberg, Alemania, ha mostrado que, en atletas, la masa de glóbulos rojos se debilita. Esto es conocido como la “anemia del deporte”. Los deportistas, por ello, necesitan un incremento de sangre oxigenada en los músculos que soportan el esfuerzo que causa la actividad física. De allí que, sin una adecuada dieta, es imposible un buen rendimiento en pistas y canchas.

La entidad National Institutes of Health (NIH) indica que hay dos tipos de hierro: el hemo y el no hemo. El primero se halla en alimentos de origen animal, principalmente en las carnes rojas pero mejor aún en el bazo, el hígado o la ya famosa sangrecita, que expertos nutricionistas vienen preparando en múltiples formas. También las carnes de pescado, mariscos e inclusive de aves son buenas fuentes de hierro. No olvidar el huevo, en el mejor de los casos, duro. El segundo tipo se encuentra en los alimentos vegetales, en particular, en menestras, frejoles, pallares, lentejas, pero, además, en la espinaca e incluso en nueces y pasas.

—La absorción del hierro—
La formación, flujo y constante regeneración de los glóbulos rojos sería imposible sin la participación de vitaminas como la C, A y E. Ellas ayudan a que el hierro que comemos en los alimentos se fije mejor en nuestro organismo. Recordemos que de 20 o 30 mg de hierro diarios, solo uno o dos serán absorbidos. El cacao (natural, no industrial) también puede ayudar a fijar el hierro. Un buen plato de menestras con hígado saltado, por ejemplo, va bien con una limonada.

Uno de los métodos clásicos para combatir la anemia es el consumo de huevo duro.
Uno de los métodos clásicos para combatir la anemia es el consumo de huevo duro.

Un caso contrario se da con la leche. Lácteos y hierro se comen por separado. Nicole Farmer, de NIH, señala que la absorción del hierro de los alimentos puede perjudicarse cuando los consumimos con los lácteos. De tal modo, no es recomendable mezclar leche, yogurt o quesos con alimentos ricos en hierro. Por otro lado, la vitamina D parece que tampoco favorece la absorción del hierro en nuestro organismo, aunque sabido es que sí mejora la del calcio.

Se ha demostrado también que los alimentos ricos en cobre pueden ayudar al desarrollo de glóbulos rojos y promover la hemoglobina. Por ello, se recomienda incentivar el consumo de zanahorias y papas, mejor si son nativas, en dietas preventivas contra la anemia.

Farmer ha mencionado también que, en proceso de fermentación, las papas, por mecanismos aún en estudio, pueden ayudar a fijar el hierro en nuestro organismo. Es un tema que puede abrir una ventana para explorar las propiedades todavía poco examinadas del tocosh, el masato o nuestra deliciosa chicha de jora.

Pero la absorción del hierro de los alimentos también puede optimizarse en la cocina. Es mejor no salar el agua en la que se van a cocinar los vegetales, mejor aún si se los estofa o vaporiza. El hierro puede mantenerse si se usa pimienta con moderación en la preparación de pescados, mariscos, hígado, lentejas y garbanzos. Y, si comemos ensaladas, podemos agregar pasas, uvas, palta, acelga, caigua o espinaca. El aceite de oliva puede también beneficiar la absorción del hierro.

Trabajemos por la salud de nuestra infancia para que las nuevas generaciones, sin anemia, puedan seguir el valioso ejemplo de campeonas como Gladys Tejeda o Kimberly García. Esa carrera la corremos todos.

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