Pese a ser una causa tan frecuente de accidentes, la infracción no está entre las más severas. (Video: El Comercio)

El semáforo inicia una cuenta regresiva de 59 segundos. El conductor de un auto gris desbloquea su celular y abre el WhatsApp. Tiene varias conversaciones sin leer. Ingresa a la primera, teclea con rapidez y presiona enviar. Le quedan 30 segundos. Lee otros diálogos pendientes y descarga una foto. Su remitente le envía más mensajes y el chofer no puede dejarlos. A 10 segundos de la luz verde, el sujeto activa la opción para enviar audios. Se le acabó el tiempo. Con una mano toma el timón y con la otra, ocupada por el móvil, pone primera marcha sin dejar de hablar. El carro acelera y se pierde entre el tráfico de San Isidro.

Escribir o leer un mensaje de texto tarda un promedio de 4,6 segundos, y hacerlo a bordo de un auto a 55 km/h significaría distraer la mirada de la pista por unos 150 metros, según un estudio del Gobierno de Estados Unidos. Este tiempo es suficiente para que un conductor o peatón se sume a la lista de fallecidos o heridos de la Policía Nacional del Perú (PNP).

—Una peligrosa infracción—
Desde el 2005, cada año el INEI reporta un promedio de 50.000 . En el 2015 hubo 52.724 no fatales y 641 fatales; y en el 2016 murieron 517 personas en las vías. En lo que va de este año, contando la muerte de Karla Quintana en el accidente ocurrido el jueves en la Vía Expresa, ya han fallecido 343 en choques, atropellos o vuelcos.

La policía estima que un 25% de todos estos accidentes son provocados por haber desviado la mirada hacia el móvil. En el 2013, el porcentaje se estimaba en 23%. Aunque la diferencia no es grande, la tendencia es al alza.“Los celulares son cada vez más funcionales y rápidos. La tecnología y el estrés laboral ponen a los usuarios las condiciones para estar pendientes del móvil, y nadie es consciente del peligro, ya sea como peatón o conductor”, dice el coronel PNP Franklin Barreto, jefe de la División de Investigación de Accidentes de Tránsito.

Solo en lo que va del 2017, la Policía Nacional del Perú ha impuesto 6.734 multas en Lima a choferes que conducían sin que ambas manos estén sobre el volante (casi todos los casos fueron por hablar por teléfono). En el 2016 fueron 6.140, 8% menos que ahora. Las cifras reales de estos infractores, sin embargo, podrían incluso duplicarse debido a la dificultad que tiene la policía para detectar esta falta.
“La policía no tiene cómo probar que un auto se accidentó por la distracción que generó un celular, como puede hacerlo si fue por beber licor o si fue por exceso de velocidad, a través de un peritaje. La policía reconoce que esta es una dificultad para poder sancionar”, dice Barreto.

Pese a ser una de las causas más frecuentes de accidentes, hablar por celular al conducir un vehículo no está entre las 10 multas más severas de la tabla de infracciones del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Sí lo es, por ejemplo, estacionar en curvas, puentes o túneles, una falta sancionada con el 24% de una UIT (972 soles), 60 puntos en el récord y la remoción del vehículo. ‘Textear’ al volante implica una sanción de 324 soles y 20 puntos en el récord.

Infracciones que se cometen día a día en la capital. (Imagen: El Comercio)
Infracciones que se cometen día a día en la capital. (Imagen: El Comercio)

“Es una infracción desfasada. Hay que actualizarla, pues ha sido creada cuando los celulares no eran smartphones y no creaban esa dependencia en muchos usuarios. Pero principalmente hay que crear una campaña nacional, puntual y sostenible, como la que hace muchos años se hizo para impulsar el uso del cinturón de seguridad, que ha tenido resultados hasta ahora”, dice Miguel Sidia, presidente del Instituto de Tránsito y Transporte de Lima.

—Midiendo la negligencia—
Un experimento realizado por El Comercio en tres intersecciones de la capital –en Lima norte, sur y centro– permitió comprobar que la frecuencia de este tipo de negligencia es alta.

El recorrido comenzó en el cruce de la avenida Canaval y Moreyra con Paseo de la República, en el distrito de San Isidro. Aquí, en los primeros 25 minutos y solo en una esquina con sentido hacia Miraflores –en plena Vía Expresa– se detectó a 15 personas conduciendo mientras escribían en la pantalla táctil de sus móviles con la mirada distraída en ellos. A los 60 minutos, el conteo superaba las 32 personas. En ese cruce había dos policías de tránsito ocupadas dirigiendo a los vehículos.

En Lima norte y sur la situación fue muy similar. En la curva de Huaylas, en el distrito de Chorrillos con dirección a la zona de Villa, esta acción se observó con mucha frecuencia en choferes de transporte público. Por el norte de la ciudad, a pocos metros de la Municipalidad de Los Olivos, en una hora el conteo de conductores que hablaban o ‘texteaban’ en autos en movimiento superaba los 28. En promedio, por cada 10 de estos infractores, 9 eran hombres.

LEE TAMBIÉN...

Contenido sugerido

Contenido GEC