La recuperación de las víctimas del accidente en Pasamayo demandó 30 horas. Las labores concluyeron ayer a las 3 p.m. (Bryan Albornoz / El Comercio)
Redacción EC

El serpentín de es una vía de alto riesgo debido a su sinuosidad y estrechez. Además, desde el peaje de Ancón hasta la bajada hacia Huaral, varios tramos no cuentan con guardavías, según confirmó ayer este Diario en un recorrido.

Incluso, en algunos sectores la única barrera entre los vehículos y el precipicio son bolsas de arena apiladas al costado del camino. En el lugar donde el último martes un bus de la empresa San Martín de Porres cayó a un abismo de 150 metros, luego de ser impactado por un tráiler, existe solo un muro de menos de 50 centímetros de alto.

El jefe de la Policía Nacional, general Víctor Rucoba, declaró ayer que este tipo de muro, en vez de contener la caída, pudo haberla acelerado. “Esta ruta debería tener otro tipo de barreras de contención para prevenir accidentes. También debería contar con señales reguladoras como ranuras que sacudan a los conductores dormidos o que viajan a exceso de velocidad”, señaló, en base a estudios de su institución.

El experto en temas de transporte y seguridad vial Juan Dextre Quijandría coincide en que existe un déficit de elementos de protección en el serpentín. “Cuando se firmó el contrato de concesión [en el 2003], no se tomaron en cuenta los costos que demanda la instalación de nuevos elementos de seguridad y su mantenimiento. Por lo tanto, la concesionaria no está obligada a colocarlos”, explicó.

En efecto, según el gerente de supervisión del Organismo Regulador de la Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), Francisco Jaramillo, la concesionaria Norvial está obligada a mantener la calzada, la señalización y las torres de auxilio que ya existían antes de la firma del contrato.

Inversiones mayores, como colocar guardavías y otros mecanismos de seguridad, serían motivo de un nuevo acuerdo entre las partes, precisó Jaramillo.

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curvas tiene el serpentín de Pasamayo en sus 22 km. Desde 1990, 114 personas han muerto en esta vía, en 26 accidentes de tránsito.

El ingeniero de transporte David Fairlie asegura que a ambos lados de toda carretera debería haber bermas de entre 50 centímetros y 1,20 m de ancho, según el tipo de la vía. Esto no ocurre en muchas zonas del serpentín.

“Las bermas deben estar asfaltadas. Ese espacio permite a los conductores salir de su carril por alguna emergencia y, así, corregir el rumbo. De no estar bien pavimentado, al mismo nivel de la calzada, el chofer puede perder el control del vehículo”, precisó el experto.

En la zona donde cayó el bus, solo hay como elemento de contención un muro de menos de 50 cm. (Hugo Pérez/ El Comercio)
En la zona donde cayó el bus, solo hay como elemento de contención un muro de menos de 50 cm. (Hugo Pérez/ El Comercio)

—Buses por la variante—
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Bruno Giuffra, informó ayer en Twitter que los buses de pasajeros ya no circularán por el serpentín sino por la variante de Pasamayo, una vía que pasa en paralelo por una zona más alta y segura. Solo camiones y tráileres seguirán transitando por el serpentín.

Giuffra añadió que ayer encargaron a la concesionaria los estudios necesarios para construir un tercer carril en la variante.

Poco antes, el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, había anunciado en Twitter que instruyó al MTC para que inicie un acuerdo con la concesionaria para ampliar la variante a tres carriles por sentido. “[Esto] tiene por finalidad eliminar el uso de la antigua y muy peligrosa vía por Pasamayo”, escribió.

Para David Fairlie, se tendrían que hacer obras complementarias en la variante para evitar accidentes entre buses y autos particulares. “La variante no está prohibida ahora para buses o camiones. No obstante, esa vía tiene dos pendientes pronunciadas, a la entrada y la salida, que podrían causar accidentes que involucren autos livianos. Para evitarlo, se tendría que colocar salidas de emergencia o un carril segregado para los buses”, indicó el experto.

Ayer, a menos de 12 horas del primer accidente, ocurrió un choque entre un bus interprovincial y un tráiler, en la variante de Pasamayo. Dos personas murieron y dos resultaron heridas.

—Investigación—
Ayer, después de 30 horas de trabajo, agentes de la Policía Nacional, Marina de Guerra y del Cuerpo de Bomberos terminaron la recuperación de los cuerpos en la zona donde el martes un bus cayó al abismo. El Ministerio de Salud (Minsa) informó que en total se hallaron 51 cadáveres.

Aunque a las 3 p.m. se informó que los trabajos habían concluido, en la noche, en las afueras de la morgue de Chancay, adonde fueron llevadas las víctimas, familiares de la pasajera Indira Díaz denunciaron que no se había recuperado el cuerpo de la joven de 22 años.

El jefe de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutrán), Lorenzo Orrego, sostuvo que a menos de un kilómetro de donde ocurrió el accidente hay una señal que indica que la velocidad máxima es de 45 km/h. “En el serpentín la velocidad máxima es de 60 km/h. El tráiler iba a 62 km/h y el bus a 57 km/h, según lo que ha informado la policía”, dijo.

Agregó que evalúan si la señalética en Pasamayo es suficiente o si se deben hacer cambios.

En tanto, la PNP descartó que el accidente haya sido causado por una falla mecánica en el camión que chocó con el bus. Se maneja la hipótesis de que uno de los vehículos invadió el carril contrario. El chofer del tráiler, Cristian Quillahuamán Cusihuamán (40), ayer seguía detenido por disposición de la fiscalía de Huaral.

Por otro lado, el presidente de la Comisión de Transportes del Congreso, Roy Ventura, anunció que su grupo citará para este viernes al ministro Giuffra, a raíz del accidente en el serpentín.

En un mensaje enviado por la Nunciatura Apostólica en el Perú, el papa Francisco ofreció ayer “sufragios por el eterno descanso de los fallecidos”.

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