No solo algunos cines, las galerías tugurizadas y los almacenes clandestinos son inseguros ante un incendio. El edificio del Congreso de la República, un monumento histórico que recibe a cientos de invitados, políticos y periodistas al día, incumple varias normas de prevención contraincendios y desastres naturales.

El Comercio hizo un recorrido completo por las instalaciones de este recinto y registró en fotos y videos las deficiencias que presenta. Estos, posteriormente, fueron analizados por seis especialistas del Colegio de Ingenieros del Perú, entre ellos Antonio Cantu, miembro de la Comisión de Riesgos, y Nancy Barrenechea, ingeniera civil y presidenta de la Comisión de Inspectores de Seguridad. Todos ellos coincidieron en que el Congreso de la República presenta serias deficiencias en materia de seguridad. Algunos ambientes son, incluso, “más peligrosos que cualquier cine”.
 
—En detalle—
Según lo estipula el Instituto Nacional de Defensa Civil y el Reglamento Nacional de Edificaciones, los extintores deben instalarse en lugares accesibles y visibles en todo momento, tanto en pasadizos como al ingreso de cada ambiente. Sin embargo, largos pasillos, como el Hall de los Pasos Perdidos y corredores laterales, carecen de extintores, así como de mangueras de emergencia.

“Si por cualquier circunstancia no fueran totalmente visibles desde todos los puntos de la habitación o local, deberán usarse señales en las partes altas de las columnas o paredes”, dicta la norma. Eso no se cumple en el Congreso, ya que en varios ambientes los extintores están obstaculizados o no son visibles.

BIBLIOTECA. En un recorrido realizado por El Comercio no se pudo ver ningún extintor ni gabinete contraincendios en el hall de este ambiente, pese a que la norma lo ordena. Tras recibir las imágenes, el Congreso dijo que en esta biblioteca hay seis extintores pero “en lugares estratégicos”.

Los balcones de importantes salas, como el hemiciclo y la galería de prensa Porras Barrenechea, carecen de extintores contraincendios visibles al público (en ocasiones hay señalización pero no el dispositivo), pese a tener una gran cantidad de material inflamable, como escritorios de madera y cuero, alfombras y sillas con cobertura de tela. La Sala de Crónicas, una estrecha oficina que recibe a periodistas para la cobertura informativa, “es un lugar tugurizado y carece de mínimas condiciones de seguridad”, indicaron los especialistas.

La Biblioteca del Congreso es otro caso preocupante. Se registró, mediante imágenes, que carece de extintores a la vista, pese a custodiar grandes colecciones de libros. Solo un extintor, oculto en el suelo y sin señalética, permitiría apagar un incendio en este lugar.

HEMICICLO. Sin extintores ni mangueras de emergencia. El Congreso admite que solo hay tres extintores, ubicados en el piso, en este gran ambiente, pese a estar repleto de madera, piezas de arte, alfombras y telas. Especialistas indican que son insuficientes, y que deben estar en lugares visibles y señalizados.

En la puerta de ingreso de la parte posterior del Congreso, por otro lado, se observa que existe señalética para extintores pero, curiosamente, no hay estos dispositivos.

La escasez de mangueras también es alarmante. Según la norma, cuando una edificación no es protegida por un sistema de rociadores, como el Congreso, debe instalarse la cantidad de gabinetes necesarios para que la manguera pueda llegar a cubrir todas las áreas, con un recorrido real de 25 metros y un chorro adicional de 7 metros, luego de voltear en esquinas. Sin embargo, en este recinto solo hay gabinetes contraincendios visibles y señalizados en el tercer piso, donde no suele haber personas.

En el primer piso del Congreso hay un gabinete contraincendios, no señalizado y no está en un lugar visible.

También se observó que la única camilla de emergencia visible en el hall principal del Congreso está obstruida por una puerta de hierro.

COMEDOR. No se divisa ningún extintor ni manguera. Expertos en seguridad advierten que este lugar debería tener, al menos, tres extintores a la vista de los comensales.

—Mezzanine peligroso—
Algunos ambientes del Congreso fueron considerados “altamente inseguros”. Uno de ellos es la sala Quiñones. Para acceder a ella hay que atravesar un mezzanine superior de techo bajo, con suelos de alfombra y sillas plásticas acumuladas. Es una zona estrecha, con paredes de madera sin extintores ni mangueras contraincendios a la vista. Una vez al interior de la sala hay un techo con cielo falso de aislapol (plástico espumado), pisos de material sintético (imitación de madera) y sillas de tela. No obstante, se comprobó que no hay extintores a la vista ni mangueras contraincendios.

La norma indica que la base de los extintores deberá estar a 0,20 m del suelo, como mínimo. Sin embargo, se pudo observar que hay varios extintores sin señalética y ubicados en el piso, en zonas inaccesibles u obstaculizadas. “Tiene que haber un espacio libre de un metro cuadrado alrededor del extintor”, indica Defensa Civil. Esto también es incumplido en algunas zonas, como en la sala Porras Barrenechea, donde varias sillas destinadas a la prensa obstaculizan el acceso de los extintores.

José Cevasco, oficial mayor del Congreso de la República, indicó que la gestión parlamentaria anterior dejó varias deficiencias en materia de seguridad en el recinto y que no invirtió lo necesario en prevención. Precisó que hay un plan para mejorar estas deficiencias en el 2017.

Miembros del Colegio de Ingenieros del Perú anunciaron que están a disposicion para ayudar a cualquier entidad pública o privada, entre ellas el Congreso, a verificar las condiciones de seguridad de sus locales.

MÁS DEFICIENCIAS. Un pasadizo lateral al Hall de los Pasos Perdidos sin equipos antiincendios.

Contenido sugerido

Contenido GEC