Después de declarar por cuatro horas y media ante los agentes de la División de Homicidios en torno a la muerte de su hijo, el alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos Burgos Horna, se retiró de la sede policial en absoluto silencio.
Junto con el burgomaestre salió también el abogado que lo acompañó durante el curso de la diligencia. El letrado tampoco declaró y partió en la misma camioneta que Burgos.
Ayer por la tarde, Carlos Enrique Burgos Gonzales (23) fue enterrado en el cementerio Campo Fe de Huachipa. El joven murió acribillado la madrugada del domingo a manos de un grupo de sicarios cuando salía de la discoteca Perikos, en San Juan de Lurigancho.
Hasta el momento la policía ha capturado a Juan Carlos Tomás Almendradis, chofer que trasladó a los homicidas hasta el frontis del local de baile. Además, la combi de placa RO 7381 donde viajaron los sicarios también fue hallada en Canto Rey. Cuatro presuntos autores del baño de sangre ya habrían sido plenamente identificados.