¿Por qué ‘Caracol’ estaba prófugo?
¿Por qué ‘Caracol’ estaba prófugo?

, cabecilla de la organización delictiva Barrio King, fue . Pero, ¿quién es este hombre y por qué la Policía Nacional del Perú ofrecía por él una recompensa de S/ 500 mil?

Según la policía y el Ministerio Público,  ‘Caracol’ y su banda están vinculados al sicariato, narcotráfico y a las extorsiones en importantes obras de construcción civil en el Callao. También estarían involucrados en el ataque al Porsche de Gerald Oropeza y el asesinato de Wilbur Castillo.

Gálvez, sobre quien pesa una orden de captura por narcotráfico, representó un serio problema para las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y del penal Sarita Colonia, del Callao. Estuvo recluido allí, entre el 2003 y octubre del 2014, por tentativa de homicidio –le disparó a un policía en la cara– y por robo agravado. 

Por lo menos en los dos últimos años de su reclusión, autoridades de varios niveles del INPE generaron informes –a los que tuvo acceso El Comercio– en que advertían que Gálvez seguía coordinando extorsiones y perturbaba el orden en el recinto penitenciario. Por ello, se recomendó su traslado a un penal más seguro: mientras en Sarita Colonia, de mediana seguridad, la mayoría de internos tienen acceso a áreas comunes y a visitas semanales; en cárceles de máxima seguridad como Challapalca, el acceso a patios es restringido y las visitas, mensuales.

A pesar de los informes de inteligencia de autoridades penitenciarias que advertían sobre su conducta, ‘Caracol’ fue liberado por el INPE gracias a la redención de pena (convirtió días de trabajo en días de libertad) y su buen comportamiento: pisó la calle el 3 de octubre del 2014, aunque su condena vencía recién en el 2018. Ese día, poco después de su liberación, llegó al penal la noticia de que la Segunda Fiscalía Antidrogas del Callao solicitó la prisión preventiva para Gálvez por traficar, desde el penal chalaco, cocaína del Alto Huallaga. Sobre la base de interceptaciones telefónicas de la Dirandro, la fiscalía solicitaba para Gálvez una pena mínima de quince años. 

Las advertencias

El 3 de junio del 2013, el coronel PNP en retiro Luis Flores Prialé, director de Seguridad Penitenciaria del INPE, envió a Óscar Ayzanoa Vigil, entonces segundo vicepresidente de la institución, un oficio en el que informaba de una denuncia, hecha por la ciudadana Martha Orihuela Durán, según la cual Gálvez extorsionaba a su familia desde Sarita Colonia.

El director de Seguridad concluía: “Existen suficientes condiciones para disponer que Gerson Gálvez Calle sea trasladado a otro establecimiento penitenciario”. Medio año después, el 19 de diciembre, Flores volvió a dirigirse a Ayzanoa para recordarle este informe. El 6 enero del 2014, Silvio Guillén Zúñiga, asesor de la Presidencia del Consejo Nacional Penitenciario, hizo lo propio. En ningún caso hubo respuesta. Ayzanoa dijo a El Comercio que no recordaba las advertencias.

El 8 de enero del mismo año, el jefe de Inteligencia de la Subdirección de Seguridad de Lima del INPE, Roy de la Torre Sucñier, pidió al entonces director de Sarita Colonia, Edinson Alvarado Ortiz, que “se oriente el esfuerzo de búsqueda de información a fin de detectar” cómo ‘Caracol’ seguía delinquiendo tras las rejas; e hizo la misma advertencia al director regional del INPE-Lima, José Cabanillas Noriega.

Otros documentos, vuelven a referirse a las faltas graves del interno, que iban contra el orden y la convivencia pacífica del penal. Pese a todas estas comunicaciones de prevención y alerta, y a los pedidos reiterados para el cambio de cárcel de ‘Caracol’, nada varió en Sarita Colonia.

[Información de la Unidad de Investigación de El Comercio]

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